Caramelizada, encurtida, frita, rebozada, cocida, al horno o cruda, la cebolla es uno de los ingredientes básicos de la dieta mediterránea. Se trata de una hortaliza que pertenece a la familia de las liliáceas, al igual que el ajo y el puerro, y hoy día es la tercera más cultivada solo por detrás del tomate y de la patata.
Podemos encontrar cebolla común (de color dorado), roja (ideal para comer cruda o encurtida) y blanca (menos picante). Así, en cualquiera de sus tres variedades, es un alimento indispensable en la cocina y muy valorado, no solo por el sabor que aporta a los platos, sino por los numerosos beneficios que tiene para la salud.
Se trata de un vegetal con importantes propiedades cardiosaludables, diuréticas, antioxidantes, antidiabéticas, anticancerígenas y antisépticas. Además, es un alimento prebiótico que contribuye a la salud digestiva.
Composición
En su composición predomina el agua (un 89%), los carbohidratos son su principal nutriente y apenas tiene proteínas (1,2%) ni grasas (0,2%). La cebolla, sin embargo, tiene un inconveniente y es que durante su cultivo absorbe azufre del suelo.
Esto hace que al cortarla, se rompan las células que contiene en su interior, haciendo que se vaporicen y se dispersen por el aire. Cuando entran en contacto con el agua, en este caso con la humedad de nuestros ojos, se generan cantidades muy pequeñas de ácido sulfúrico. El cerebro ordena la producción de lágrimas para diluir ese ácido y así proteger los ojos.
Si queremos evitarnos el mal trago de vernos convertidos en un mar de lágrimas cada vez que cortemos cebolla, hay varios trucos que podemos poner en práctica. Algunos de ellos son:
1- Enfriar la cebolla
Meter la cebolla antes de cortarla en el frigorífico al menos una hora (media hora si la introducimos partida por la mitad) o al congelador durante 20 minutos hará que el frío inhiba o reduzca la liberación de los compuestos sulfurados que causan la irritación ocular.
2- Encender una vela
Una vela encendida cerca del lugar donde cortamos la cebolla ayudará a absorber las sustancias volátiles que esta desprende evitando así la irritación de las fosas nasales y de los ojos.
3- Afilar el cuchillo
A la hora de cortar la cebolla es importante utilizar un cuchillo bien afilado de forma que el corte sea limpio, rápido y eficiente. Un cuchillo con el filo en mal estado hará que este resbale al realizar el corte y aplaste a su paso las células de la cebolla, liberando más partículas irritantes.
4- Usar gafas
Utilizar cualquier tipo de protector ocular puede prevenir la irritación de los ojos. Si lo deseas, existen en el mercado gafas específicas para este cometido.
5- Remojar en agua caliente
Si no le va a afectar a nuestro guiso el hecho de que la cebolla cambie de textura, podemos cortarla en trozos grandes y sumergirla en una olla con agua caliente durante 5 minutos antes de cortarla.
6- Untar con vinagre de manzana
Frota con mucho cuidado el filo del cuchillo con un algodón impregnado en vinagre de manzana. El único inconveniente es que puede alterar un poco el sabor del vegetal.
7- Impregnar con limón
Impregna la tabla de madera con limón de forma que el ácido de esta fruta neutralizará los gases que libera la cebolla cuando se corta y a la vez evitarás que la tabla quede con olor a cebolla.
8- Usar picadora
Utilizar una máquina multiusos de esas que sirven para cortar la cebolla sin exponernos a sus partículas irritantes es una buena opción para evitar las molestias del corte manual.
9- Evitar la raíz
Intenta no cortar la raíz de la cebolla ni la parte más próxima a ella puesto que es donde más compuestos irritantes se concentran.
10- Cubrirse con un paño húmedo
Cubrir la nariz y la boca con una mascarilla o un pañuelo húmedo puede ayudar a filtrar los gases irritantes.
Si lo que quieres es cortar la cebolla de una forma fácil y rápida para tener el menor contacto posible con la hortaliza, puedes probar este vídeo de la usuaria de TikTok @fevashogar. Un truquillo nada despreciable.
Ya lo ves, si te gustan los guisos con cebolla pero te incomoda el hecho de que te lloren los ojos cada vez que la cortas, ten en cuenta estas sencillas propuestas para disfrutar de los platos y evitarte pasar un mal rato.