El hasta ahora vicepresidente económico del FC Barcelona Eduard Romeu, que este jueves presentó su dimisión por motivos profesionales, explicó junto al presidente blaugrana, Joan Laporta, los motivos de su salida y dejó claro que se va con los deberes hechos y con la convicción de que, a medio y largo plazo, el club será "esplendoroso".
"Visualizo un Barça esplendoroso a medio-largo plazo pero requiere decisiones complejas, tirar de la cuerda sin romperla y hace falta ese punto final para llegar a ese momento de esplendor", manifestó Eduard Romeu en su comparecencia, junto al presidente, Joan Laporta, en el Auditori 1899.
Romeu se marcha del club, aunque no del todo ya que seguirá vinculado a la Fundació FCB y estará abierto a ayudar. "Si se me permite un dibujo, visualizo las tres entidades en las que he estado (dos financieras y una energética) y hasta el último segundo antes de salir he mantenido la corbata corporativa. La gran diferencia es que esta corbata del Barça no me la sacaré nunca, porque es nuestra", aportó.
"Estoy convencido de que seguiremos la hoja de ruta, que tú (Laporta) seguirás con la misma fuerza y que los compañeros de Junta serán la guarda pretoriana. Como directivo digo que no era capaz antes de valorar el trabajo de un directivo. Cuando las cosas son complejas, están ahí delante. Pido unión al barcelonismo, tengamos claro que el enemigo está fuera", manifestó.
Palabras para Laporta
Aseguró que "nunca" estará "suficientemente agradecido" al presidente Joan Laporta por haberle permitido el "gran honor" de poder servir al club desde dentro. "Es una experiencia maravillosa", aseguró Romeu, pero su nuevo cargo en una nueva empresa le impide compaginar ambos cargos.
"A mi llegada yo estaba en unas ocupaciones profesionales y en aquel momento se diseñó que la prioridad era el Barça. Se entendió que ayudaríamos y colaboraríamos a enderezar la situación del Barça, como hemos logrado aunque quedan flecos por hacer. Lo cierto es que en el mundo empresarial poco sabíais de aquellos chicos de Badalona (empresa Audax de José Elías) que habían hechos cosas muy buenas y se habían divertido mucho. Pero transformarlo y hacerlo en el Barça, que es una carta de presentación, lleva mucha gestión", aseguró.
"A futuro, esta carta de presentación sería irrefutable por hacerlo en el ámbito empresarial y también en un ámbito más público. Este reconocimiento ya lo tendría. Pero a medio partido, las reglas de juego cambian, no voluntariamente por mi parte, sino por circunstancias y acuerdos. El 30 de junio me desvinculo del grupo empresarial en el que colaboraba y que dirigía. Hasta entonces habían sido 2 años y medio intensos, al 200 por ciento con el Barça. En el cierre de mercado solo salía para ducharme; fue 'full Barça'. Mi cabeza lo agradeció, pero en octubre volvieron los recibos y de alguna cosa hay que vivir, porque no cobramos del Barça y encima hay que pagar unos avales y tienes patrimonio comprometido", explicó.
"Hay que empezar otros proyectos e iniciar un proyecto nuevo tiene mucha complejidad. He escogido unos compañeros de viaje muy buenos, es otro sector al que estaba vinculado, pero esta vicepresidencia que tendré me obliga de alguna manera a tener una dedicación absoluta que no me permite compaginar con la dedicación tan intensa que requiere el FC Barcelona", se sinceró Romeu.
"Me voy con el trabajo hecho"
Además, reconoció en cierto modo que haber pasado a cuartos de final en la Liga de Campeones, cota que estaba presupuestada a nivel económico, le permite irse con el trabajo hecho. "Desde este punto de vista, diré que el útimo escollo que nos quedaba, y que no controlábamos porque es cosa de la pelota como es pasar en la 'Champions', se consolida. Logramos lo último presupuestado y comprometido. Me voy con el trabajo hecho", defendió.
"El equipo financiero terminará de ajustar los más de 200 millones de euros ordinarios que el club venía perdiendo desde hace 7 temporadas y en lo que se había ganado tiempo con palancas, por ejemplo. Y se debe completar con un plan de viabilidad que se tenía que llevar a la sombra de las operaciones ordinarias. Trabajo hecho, también", se felictó.
"Por el tema del ego, ser vicepresidente del Barça es algo que no hubiera soñado nunca y que nunca podré agradecer al presidente. Agradezco haber compartido tiempo con estos compañeros de Junta que son amigos y a los que quiero. A los profesionales de la casa, por su compromiso con el club. La paciencia de los socios y socias del club en asambleas, en referéndums... Y también agradeceros a los medios haberme sentido muy respetado y bien tratado", manifestó en este sentido.
"A los grupos de opinión, porque somos un club de pensamientos diferentes, os diría que el enemigo está fuera. Cuando empezamos, la mayoría teníamos claro que no había nadie en aquel momento con la capacidad de afrontar la situación del club. Y la valentía y el atrevimiento que más nos ha traslado el presidente Laporta ha hecho que fuera capaz de luchar con todas las dificultades, reguladores y estructuras. En vez de hacernos pequeños o ceder, hemos llegado a una posición que creo es muy favorable", concluyó Romeu en su discurso.