Tres concejales de EH Bildu de la localidad alavesa de Arratzua-Ubarrundia han presentado este miércoles su dimisión ante la "frustración" que les produce no haber podido frenar la implantación de la central fotovoltaica 'Vitoria Solar 1'. Txetxu Zengotitabengoa, Laura Sancho y Javier Ruiz de Arkaute son los ediles que han renunciado a su cargo electo argumentando que tienen "la manos atadas ante proyectos impulsados por instituciones supramunicipales (como el Gobierno Vasco) de la mano de empresas que, como Solaria, solo buscan rentabilidad económica".
Su puesto no quedará vacante ya que serán sustituidos por los siguientes candidatos que fueron en la lista electoral de la coalición abertzale para el municipio, Andrea Hierro, Jon Agirre y Belén Pérez.
En un comunicado los concejales dimitidos explican que se presentaron a las pasadas elecciones con ilusión por el cambio y que fruto de ese deseo surgió el gobierno municipal de concentración, junto a PNV, la formación que ostenta la alcaldía al ser la más votada en los pasados comicios, y la agrupación vecinal Goazen.
Otras alternativas energéticas
"Formamos un equipo preparado en el que se combinaba la experiencia en la actividad municipal con la incorporación de nuevas personas, y fruto de esa ilusión y de esa ambición, creamos un gobierno de concentración, junto con los otros dos grupos municipales que constituyen el pleno de Arratzua-Ubarrundia", recuerdan para añadir después que "entre sus prioridades figuraba la mejora de los servicios sociales, la política de vivienda, la participación de las juntas administrativas y, sobre todo, un nuevo enfoque a la transición energética".
"Sin fuerzas"
Los concejales de EH Bildu han recordado que también forman parte de entidades sociales y que han intentado por todos los medios "frenar este proyecto que condiciona el futuro" del municipio, pero ante la imposibilidad de hacerlo no se ven con fuerzas de completar la legislatura.
"No debe haber imposiciones"
Esperan que su renuncia sirva para "alertar de que así no se pueden hacer las cosas". "Las instituciones deben colaborar entre sí, sin imponer proyectos. Y este proceso se debe hacer escuchando también a los y las vecinas, con control público pero de una manera participativa que permita avanzar hacia una verdadera democratización de la energía", aseguran.