Las constructoras percibirán entre 18.000 y 45.000 euros del Gobierno Vasco por las viviendas en alquiler que construyan en suelo de titularidad privada destinadas a personas con una renta anual de entre 21.000 y 39.000 euros y que estén inscritas en Etxebide, unas 7.000 unidades convivenciales. Vivir de alquiler a un precio accesible en un piso decente, sin la ducha pegada al fregadero de un trastero reconvertido en una coqueta buhardilla de un sexto sin ascensor, es a día de hoy un artículo esquivo incluso para las rentas medias. Y más si se acude al mercado libre.
Euskadi es tercera comunidad con los precios del alquiler más caros del Estado solo por detrás de Baleares y Madrid, según el portal inmobiliario Idealista. Esta realidad, y sobre todo, la escasez de oferta han llevado al Departamento de Vivienda a crear una nueva modalidad de “alquiler asequible” dentro del régimen de arrendamiento de viviendas protegidas. Las ayudas no están dirigidas a los inquilinos –que sí se beneficiarán una bajada en el precio del alquiler– sino que están concebidas a modo de incentivo para que las constructoras levanten pisos dentro este nuevo régimen que ni es social ni es libre.
Con esta nueva medida aprobada ayer en el Consejo de Gobierno, el Ejecutivo de Gasteiz pretende movilizar mayor volumen de suelos privados para que las personas con rentas superiores a los máximos fijados por Etxebide para optar a una VPO puedan acceder a un inmueble protegido en arrendamiento a un precio menor al del mercado libre. No en vano, el planteamiento del Departamento de Vivienda es que el suelo público se siga destinando al alquiler social y a las rentas por debajo de los 12.000 euros que tienen casi seis de cada cien inscritos en Etxebide. Así, a partir de ahora habrá dos figuras: el alquiler social para las rentas más bajas y el alquiler asequible para las rentas medias.
Según el consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, las empresas recibirán 18.000 euros por cada piso destinado a este fin, una cuantía que se incrementa hasta los 45.000 euros en el caso de que el alquiler asequible dure más de 50 años. Una vez finalizado el plazo inicial, si deciden ampliarlo por al menos 10 años más recibirán 12.000 euros de ayuda por cada hogar, 24.000 si la extensión es por al menos 20 años.
Bajan los alquileres
Los beneficiarios últimos de esta operación serán los inquilinos de los alquileres asequibles y la reducción de su factura dependerá tanto del nivel de renta que tengan como del municipio. Las unidades convivenciales que ganen entre 21.000 a 30.000 euros anuales pagarán una renta máxima de 7,5 euros por metro cuadrado o 75% del precio medio por metro cuadrado según la Estadística del Mercado de Alquiler (EMAL) en los municipios con las rentas medias situadas en el 25% más elevado de Euskadi –en la actualidad Bilbao, Donostia y Getxo–. En el resto de Euskadi se pagará máximo de 7 euros por m2 o 70% del precio medio por m2 según la EMAL en la localidad. Siguiendo esta fórmula el alquiler máximo por un piso de 65 m2 ascendería en las tres localidades más caras de la CAV 487 euros y 455 euros en el resto de Euskadi.
Por su parte, las rentas de 30.001 a 39.000 euros deberán abonar un máximo de 8,5 euros por metro cuadrado u 85% del precio medio por metro cuadrado en los municipios con las rentas medias situadas en el 25% más elevado de Euskadi. Fuera de estos tres municipios se pagará un máximo de 8 euros por m2 u 80% del precio medio por metro cuadrado según la EMAL en la localidad. Y para este nivel de renta y por un piso de 65 metros cuadrados , la mensualidad máxima ascendería a 552 y 520 euros, respectivamente