En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno foral, la diputada de Acción Social, Amaia Antxustegi, ha admitido que no se "puede negar que ha habido algunos menores que tienen unos trastornos de conducta complicados", pero ha recalcado que se trabaja para "reconducir la situación y derivarles a recursos que les van a brindar una atención más especializada". Ha valorado positivamente que tanto el equipo educativo del centro como con el Ayuntamiento de Sopuerta, que están "volcados", junto con la Diputación, en "ofrecerles alternativas a la incorporación socioeducativa" de estos menores sin referentes familiares.
También ha querido felicitar al pueblo de Sopuerta por "la acogida que han dispensado a los menores recién llegados a la vida comunitaria del pueblo", ya que le consta que "están siendo recibidos de forma positiva y que los vecinos y vecinas del municipio les están ayudando a integrarse en su comunidad". Por todo ello la Diputación hace "una valoración positiva" del recurso de Sopuerta porque se ve "una evolución positiva" y una "implicación de los menores que están allí, que están muy dispuestos a integrarse y con ganas de formarse".
Tras realizar "un llamamiento a la mesura y a la responsabilidad colectiva" en las manifestaciones sobre el centro, ha asegurado también que la coordinación con la Ertzaintza es "satisfactoria" y se da una colaboración "siempre pedagógica". Según ha precisado en alusión a algunas informaciones publicadas, no hay "entradas ni salidas indiscriminadas". La diputada ha asegurado que "no hay constancia de incidentes o agresiones" a profesionales sanitarios, ni de que haya habido "negativa alguna" por su parte, a prestar la atención que se les ha requerido.