El Gobierno vasco ha abierto hoy el curso político con el tradicional Consejo de Gobierno en el palacio Miramar de Donostia. Tras la reunión de todos los miembros del ejecutivo, el lehendakari ha fijado lo objetivos de su Gobierno para los próximos meses.
Iñigo Urkullu reconoce que, aunque con dificultades, se está consiguiendo revertir la tendencia de la última ola pandémica, pero ha hecho un llamamiento a no bajar la guardia. Además, ha reiterado que el principal objetivo de su Gobierno en el ámbito sanitario es reducir la incidencia del virus por debajo de los 60 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Un hito que ha recordado casi se logró alcanzar el pasado mes de junio.
Pero antes de alcanzar esa cifra, el lehendakari ha destacado que en las próximas semanas debemos lograr que la incidencia se mantenga por debajo de los 300 casos, reducir la ocupación UCI a las cifras más bajas del escenario 1, al tiempo que se avanza en el proceso de vacunación hasta que el 85 % de la población diana tenga la pauta completa.
Para alcanzar ese escenario, el lehendakari ha asegurado que seguirá siendo necesario mantener las medidas básicas de prevención, y ha hecho especial hincapié en el uso de la mascarilla. Sin embargo, no ha cerrado la puerta a que en las próximas semanas se pueda desactivar la emergencia sanitaria.
"Ojalá en las próximas semanas podamos plantearnos gestionar el virus de una forma que no sea a través de la emergencia sanitaria y pasar a una interpretación más endémica y no pandémica". Sin embargo, el lehendakari ha dicho que a pesar de que los indicadores están mejorando, hay que evitar el triunfalismo. "Podemos ganar la batalla al virus, pero solo lo haremos si no nos equivocamos creyendo antes de tiempo que lo hemos logrado", afirma.