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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este lunes a la Casa Blanca, donde fue recibido por el todavía mandatario, Joe Biden, dos horas antes de su toma de posesión.
Trump llegó acompañado de su esposa, Melania, y fue recibido en el pórtico norte de la Casa Blanca por Biden y la primera dama, Jill Biden. Antes de la Casa Blanca, los Trump participaron en un oficio religioso en la Iglesia Episcopal St. John's, cercana a la residencia presidencial.
Tras escuchar el himno estadounidense de la voz del tenor Christopher Macchio y una de las canciones patrióticas por excelencia del país, América, La Hermosa -- cortesía de la estrella del country Carrie Underwood -- el juez del Tribunal Supremo, John Roberts, tomará juramento a Trump enfrente de unas 200.000 personas, anticipan las autoridades locales.
La idea de concordia que Trump quiere transmitir se refleja en la presencia de Joe Biden y Kamala Harris, presidente y vicepresidenta salientes del país, quienes recuperarán una tradición que el presidente electo norteamericano se saltó hace cuatro años, al negarse a acudir a la toma de posesión de Biden tras denunciar fraude electoral. Dos semanas antes, cientos de sus simpatizantes habían asaltado el Capitolio en un incidente que sacudió los pilares de la democracia estadounidense. La investigación contra Trump por incitar el asalto acabó suspendida gracias a su victoria en las elecciones de 2024.
El discurso no ha trascendido pero Trump avanzó en una entrevista de diciembre a NBC News que "el éxito y la unidad" serán los temas centrales de su declaración. "Creo que ambos van de la mano", indicó el presidente electo antes de avanzar que también dedicará "por muy mal que suene" unas palabras contra la migración ilegal, un fenómeno que Trump siempre ha vinculado a la inseguridad, pero en ningún caso describirá el paisaje apocalíptico que dibujó en su discurso de 2016, cuando habló de una "matanza americana" provocada por el crimen, las drogas y la pobreza.
La nueva oligarquía
En su discurso de despedida ante la nación, Biden alertó de la emergencia de lo que describió como una "oligarquía" de multimillonarios de Silicon Valley con las 'cuatro grandes' a la cabeza: Alphabet (Google), Amazon, Apple y Meta (Facebook). Sus cuatro consejeros delegados -- Sundai Pichar, Jeff Bezos, Tim Cook y Mark Zuckerberg -- estarán presentes en la inauguración de Trump tras haber declarado su lealtad al presidente electo y a su sustento económico en campaña, el hombre más rico del mundo y presidente de la red social X, Elon Musk.
Musk, que ha facilitado a Trump más de 200 millones de dólares durante su campaña a la reelección, fue señalado hace dos semanas por el presidente francés, Emmanuel Macron, como el máximo exponente de una "internacional reaccionaria" que se ha marcado como objetivo destruir el Estado de Derecho a través de la desinformación. Macron respondió en esos términos al apoyo declarado de Musk al ultraderechista partido Alternativa para Alemania cuyo copresidente, Tino Chrupalla, acudirá a la ceremonia de investidura.
La presencia de líderes extranjeros no es muy habitual en las inauguraciones presidenciales estadounidenses pero Trump ha decidido exhibir la unidad de la derecha internacional que abandera: se espera por ejemplo la asistencia del presidente de Argentina, Javier Milei, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni o el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. El modelo europeo del presidente electo, el primer ministro húngaro Viktor Orbán, ha sido invitado pero no acudirá a la ceremonia.
Detrás de ellos estarán el euroescéptico británico Nigel Farage, el agitador ultraderechista francés, Éric Zemmour, o el presidente del bloque parlamentario europeo ultraconservador Patriotas por Europa, Santiago Abascal, acompañado. No habrá representación de primera línea de la Unión Europea. El presidente de China, Xi Jinping, ha declinado la invitación y enviará en su lugar al vicepresidente del país, Han Zheng.