Actualizado hace 7 minutos
Coches voladores, automóviles que conducen solos, sistemas con pantalla que alertan de irregularidades en la carretera... ¿Qué más nos falta por ver y probar en el presente y futuro de la automoción?
Para empezar, el primer vehículo de Sony que, junto a Honda, creó en 2020 la marca de coches eléctricos Afeela en formato de start up. El modelo Afeela 1 es una berlina de diseño futurista con líneas sencillas para mejorar el rendimiento aerodinámico, pero en el que lo importante es su carga tecnológica. La zona del salpicadero estará cubierta por pantallas y contará con un sistema que se apoyará en la inteligencia artificial para mejorar la planificación del viaje y un asistente de voz para establecer una comunicación proactiva.
La versión más económica saldrá al mercado por 89.900 dólares y el modelo con más extras por un máximo de 102.900 dólares e incluirá sistema propio de infoentretenimiento para las pantallas de la parte de atrás, llantas más grandes y cámara de monitoreo para ver lo que ocurre en las plazas traseras. Contará con un nivel 2 de autonomía, es decir, que podrá realizar algunos cambios solo pero siempre requerirá la atención del conductor. Con la batería cargada podrá circular durante 480 kilómetros.
Está claro que la sostenibilidad y el impacto en el medioambiente siguen siendo una prioridad para los fabricantes de vehículos y así lo demuestra la start up estadounidense Aptera Motors con un nuevo modelo cubierto de paneles solares. Un vehículo adecuado para reducir la huella de carbono y utilizarlo para trayectos cortos, pues en un día soleado puede circular durante 64 kilómetros. Y con su batería cargada completamente hasta 650 kilómetros. Otra característica de este modelo es que lleva tres ruedas en vez de cuatro para aumentar más su eficiencia, ya que reduce la resistencia a la rodadura. Se espera que empiece a fabricarse este año y tendrá un precio de unos 40.000 dólares.
Otros vehículos
También las novedades llegan a los vehículos que se emplean para trabajar, como los tractores. John Deere es una de las empresas que está liderando ese cambio y ha mostrado ya varios modelos autónomos capaces de evitar obstáculos como árboles, tuberías o personas, entre otros. Además, el usuario recibe en su teléfono móvil las notificaciones de desperfectos en la máquina. Todo ello gracias a 16 cámaras que ofrecen una visión de 360 grados y sensores LIDAR que calculan la profundidad. Para utilizar esta función, es necesario programar el recorrido con el teléfono, desde el que se puede monitorizar las operaciones en tiempo real.
Además de este nuevo sistema de conectividad, las cabinas de los tractores pueden contar con más comodidades para su conductor, como asientos de cuero electrónico con calefacción, ventilación y masaje; además de pantalla táctil con radio, puertos USB y refrigerador, por ejemplo. Eso sí, su precio no pasa desapercibido, pues supera el millón de dólares.
Y del trabajo al ocio con la caravana eléctrica Pebble Flow con doble motor, lo que le permite engancharse sola al vehículo y no agotar la autonomía del coche eléctrico. Gracias a su gran batería y el techo solar, ofrece una autonomía de hasta siete días.
A través de la app, el usuario puede aparcar la caravana, acoplarla al vehículo y controlar la iluminación y la temperatura del interior, entre otras funciones.
Más vehículos futuristas
Y para no dejar de sorprender, la compañía china Xpeng Aeroth ha presentado su vehículo futurista Land Aircraft Carrier de aspecto similar al Cybertruck Tesla. Pero la gran diferencia es que el modelo chino puede ir por tierra y por aire, ya que incorpora una aeronave.
Como vehículo terrestre, puede transportar entre 4 y 5 pasajeros, tiene tres ejes y seis ruedas para otorgar mayor estabilidad. Por su parte, el módulo aéreo está diseñado como una aeronave eléctrica de despegue vertical para vuelos a baja altura con modo de vuelo manual o automático.
Ciudades para Toyota
Si algo necesitan los coches autónomos son muchas horas de pruebas en espacios amplios y simulando situaciones reales. Por eso, Toyota ha decidido construir Woven City, una ciudad que servirá como banco de pruebas para sus tecnologías avanzadas de movilidad, sostenibilidad y vida conectada. La primera fase ya se ha completado y se espera que los primeros residentes (investigadores, empleados de Toyota y sus familias) lleguen en otoño de este año. La extensión inicial es de 70 hectáreas al pie del monte Fuji, en Japón.