Para todos aquellos viajeros que estén dudando qué lugares visitar este verano, una posible respuesta puede ser Navarra. Además de las fiestas de San Fermín a comienzos del mes de julio, ofrece a sus visitantes paisajes de ensueño, pueblos acogedores y valles místicos que hacen de Navarra un destino al que no se puede faltar.
Ciertamente, es una tarea complicada escoger los destinos navarros por excelencia, ya que existen una infinidad de ellos. Para poder visitar varios, aquí va una posible ruta por distintos puntos de Navarra para conocer todo el territorio a lo largo de cuatro días.
Día 1
Durante el primer día, los claros protagonistas son los municipios Olite y Ujué. Al encontrarse relativamente cerca de sí, ambas en la comarca de Tafalla, su visita puede realizarse en un único día. Olite puede visitarse durante la mañana y Ujué por la tarde, o viceversa.
En Olite, además de su gente y gastronomía, una parada obligatoria es el Palacio Real. Aunque haya que pagar una entrada, de únicamente 4,40€ por persona, la visita merece totalmente la pena para ver de primera mano sus patios y pasillos interiores.
Tras una parada para comer al mediodía, la siguiente parada es Ujué, considerado uno de los pueblos más bonitos a nivel nacional. Con su toque medieval, este municipio de cerca de 200 habitantes es la parada idónea para aquellos turistas amantes del senderismo que quieran visitar la Sierra de Ujué.
Día 2
Durante el segundo día de la ruta, predominan los Cuevas de Zugarramurdi y el Valle del Baztán. Por esta razón, toca desplazarse hasta la mitad norte de Navarra, casi hasta la frontera con Francia.
Por la mañana, una parada imprescindible son las Cuevas de Zugarramurdi. Además de poder ver el interior de las mismas, los visitantes pueden conocer el trágico suceso ocurrido en el siglo XVII.
Además de las cuevas, todo el Valle de Baztán también es digno de visita. Desde su mirador, en Ziga, se pueden ver los pueblos de Irurita, Lekaroz, Gartzain, Elizondo y Elbetey. Una vez visitado el mirador y disfrutado de las espléndidas vistas, cualquiera de los municipios señalados son accesibles en coche para descubrir el mismo día.
Día 3
Siguiendo con los miradores, el de Iso es la siguiente parada. Con alrededor de 400 metros de altura, se puede ver el río Salazar y los impresionantes acantilados que lo rodean. Aunque se puede llegar perfectamente en coche, la zona alrededor del mirador es perfecta para los amantes del senderismo.
Tras una pequeña parada para descansar, en caso de necesitarlo, el siguiente destino es la Selva de Irati. Este lugar verde de ensueño lleno de naturaleza va a ofrecer a esta ruta de cuatro días de un momento de desconexión. Su fauna (ciervos, corzos, jabalíes) y flora (hayas, robles, abetos, abedules, sauces, helechos y musgos) dotan a la Selva de Irati de un espacio idóneo para pasar una tarde en familia. Dentro de la misma, también se puede visitar cualquiera de las tres zonas protegidas.
En caso de optar por una visita a algún municipio cercano, destaca sobre el resto Ochagavía con sus calles de piedra y arquitectura pirenaica.
Día 4
Para finalizar la ruta de cuatro días a lo largo de Navarra, los últimos destinos son Foz de Lumbier, el municipio de Sangüesa, el Monasterio de San Salvador de Leyre y el Castillo de Javier. En cuanto al primero, destaca su garganta geológica que sirve para acoger diferentes especies de aves rapaces. Un lugar perfecto para los amantes de la aventura y los animales.
Para los visitantes que busquen algún municipio por la zona, Sangüesa es el indicado. Con alrededor de 5.000 habitantes en la actualidad. además de disfrutar de su gastronomía, cuenta con puntos de interés como el Museo de Relojes de Torre o el Palacio de los Reyes de Navarra.
Dentro de la misma comarca, la de Sangüesa, está el municipio de Yesa, el cual cuenta con el Monasterio de San Salvador de Leyre. Esta iglesia católica es una de las más destacadas a nivel nacional por su historia y su estado de conservación desde su edificación en el siglo IX.
Construida un siglo más tarde, está el Castillo de Javier, ubicado en el municipio del mismo nombre. En caso de querer visitar otro edificio de carácter religioso, este castillo también cuenta con cierto renombre en Navarra, ya que ha acogido innumerables reyes a lo largo de los siglos.
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