Viajar a Donostia es siempre una experiencia única. Pasear por cualquiera de sus playas, ver cómo las olas chocan, hacer una buena degustación de pintxos o acercarse al Aquarium o a cualquiera de sus museos. Son miles los planes que podemos hacer si nos acercamos a pasar el fin de semana a la capital guipuzcoana. También, por supuesto, es una opción perfecta acercarse al Kursaal, ir de compras o recorrer la catedral del Buen Pastor, la construcción religiosa más grande de toda Donostia. Y, en ese sentido, unas vistas inigualables de este templo las tenemos desde el hotel Intelier Villa Katalina, donde podemos amanecer en alguna de sus habitaciones mientras la contemplamos.
Y, si queremos saciar nuestro apetito gastronómico, además del cultural, podemos optar también por acercarnos a su restaurante, el Villano Bistró que, de la mano del chef Iñigo Palma nos ofrece diferentes platos en carta o un menú degustación de seis pases con las mejores propuestas seleccionadas por él. Como él mismo explica, prácticamente todas las elaboraciones se llevan a cabo en su cocina, y entre estos seis platos encontramos un entrante de cabracho con unas pequeñas galletas de queso y mantequilla, un delicioso bacalao o un sabroso cordero con puré de patata.

Uno de los platos del Villano Bistró.
Además, uno de sus ingredientes estrella es el queso Iraty, que aprovechan para distintas elaboraciones. Y el postre no puede faltar, por supuesto, donde destacan la torrija con helado de leche y el sorbete de limón con galleta y plátano.
También cuentan con un menú del día que se puede disfrutar de lunes a viernes a la hora del almuerzo con entrante, principal y postre a elegir, y una carta en la que encontraremos entrantes como croquetas, jamón, txistorra, ensaladilla de bonito, ravioli de setas y hongos o sopa de pescado tradicional.
Los platos principales constan, por su parte, de bacalao ajoarriero con huevo a 65o y migas tostadas al Espelette, merluza asada con vinagreta de cítricos y mayonesa de ajo negro, secreto “Basatxerri” asado lentamente, apionabo y tximitxurri, o carrillera de ternera guisada al vino tinto con puré de patata.
Postres
También hay postres como las antes mencionadas torrijas; un bizcocho de chocolate, toffee salado, almendra y vainilla; sorbete de plátano-naranja con yogur cremoso y galleta bretona; y selección de quesos locales.