“40 años después, volvemos adonde empezamos”. Así presenta el trío de punk–rock vizcaino Distorsión el “conciertón histórico” que ofrecerá este sábado en el parque de Los Hermanos de Barakaldo, a las 23.00 horas y gratis. La cita, en la que alternarán clásicos como Yo no kería bailar, Somos nada o Lakasitos con los temas de su reciente álbum, Rock´n´Roll, supondrá el inicio de la gira estatal que conmemora sus cuatro décadas de dedicación a la música. “Ahora vivimos cada concierto con más intensidad porque lo valoramos más”, explica el trío a DEIA.
Distorsión, junto a Parabellum y Eskorbuto, es uno de los nombres históricos del punk rock de Ezkerraldea de los 80. “En aquellos años no pensábamos que pudiéramos estar aquí en el año 2023. Lo primero, estar como personas, vivos, y además, tocando. Era impensable e increíble”, explica su líder, vocalista y guitarrista, Josu Distorsión, a quien le acompañan Iñaki al bajo y Ganso, batería del barrio de San Bizente y colega de Siniestro Total, a quien los gallegos le citaron en su canción Bilbao.
El concierto de este sábado, en el que contarán con el también trío Nize como telonero, supondrá el inicio de una gira que pretende celebrar cuatro décadas volcadas en el punk rock, ese al que el trío barakaldarra le hizo guiños a Ramones con su versión Niño pijo y a Sex Pistols con el tema Johnny Rotten. “Ramones siempre fue la influencia principal, pero también lo original, lo pionero. Antes de Pistols y ellos ya escuchábamos rock´n´roll clásico, de Chuck Berry a Dr. Feelgood. Lo que había antes de que aquí llegara el punk. E imagino que luego Siniestro Total, aunque ya no me acuerdo”, explica Josu.
“El balance que hacemos es buenísimo”, explica el líder de Distorsión, que asegura haber vivido “épocas especiales e históricas, y formado parte de muchas historias y ratos buenos con buena gente”. Y es precisamente el público, ese que “siempre nos ha tratado muy bien”, el responsable de la continuidad de una banda, como sus compañeros de Putakaska, que sobrevive al paso de las décadas sin lograr nunca un éxito masivo. “Es una pasada que en los conciertos haya personas de distintas edades cantando las canciones de hace 30 años. Al terminar, algunas quieren enseñarnos una entrada guardada desde el 90 y tantos; otros nos piden que nos saquemos fotos con él y con su hijo de 18 años con el que ha venido... Hay de todo”, según Josu.
Distorsión es ejemplo evidente de la “dureza” de Ezkerraldea en sus letras y en su propio nombre, que alude “a la guitarra”, el instrumento de Josu. “No sé si seguimos igual de punks, pero que la sociedad sigue igual de asquerosa, eso seguro. Lee entre líneas y piensa”, señala Josu, quien asegura sobre su supervivencia que “lo verdaderamente difícil es sobrevivir a los gobernantes, las leyes o las sentencias judiciales”, y que para disfrutar de su música, al contrario que los partidos, “no pedimos afiliación, solo no perder el niño que llevamos dentro”.
Además de sus canciones míticas, con Lakasitos a la cabeza, Distorsión ofrecerán los temas de su último disco, grabado el año pasado en los estudios vizcainos Gaua, en Mungia. Titulado El punki del hacha, mezcla con fuerza y mala leche punk y rock eléctrico, y sacan el hacha contra “el facha, el maltratador y el violador”, a la vez que critican a las nuevas generaciones que dan la espalda a la imaginación por las redes sociales, versionan el mítico Mah Nà Mah Nà, de Barrio Sésamo, que han titulado Pa´ti el tripi, y declaran su amor a la música: “el día que te conocí, me gustaste a la primera, no sabía tu nombre, rock´n´roll es lo que eras… tú me haces sentir que con solo tres acordes puedo ser feliz”, canta Josu.
La gira
Tras el concierto inaugural en Barakaldo, la gira tiene ya varias fechas cerradas y, de momento, seguirá este verano por Mallorca, Zambroncinos (León) y La Toba (Guadalajara), para desembarcar en el Kafe Antzokia de Bilbao el próximo 29 de septiembre. Después, realizarán sendos bolos en el Cafe del Teatre de Lleida y en la sala Cientocero de Valladolid.