Doce estados miembros de la Unión Europea, entre los que no figura el Estado español, han pedido que la UE financie la construcción de "barreras físicas" para proteger las fronteras exteriores, ante el creciente uso de los migrantes como arma política por parte de terceros países.
En una carta dirigida a la Comisión Europea, Austria, Bulgaria, Chipre, Chequia, Dinamarca, Estonia, Grecia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia y Eslovaquia subrayan que "las barreras físicas parecen ser una medida de protección de las fronteras efectiva, que sirve en interés de toda la UE, no solo de los Estados miembros en primera línea".
Por ello, añade la carta, "esta medida legítima debería ser financiada de manera adicional y adecuada de manera prioritaria a partir del presupuesto de la UE".
"Hemos recibido (la carta) y la responderemos en su debido momento", dijo hoy el portavoz jefe comunitario, Eric Mamer, en la rueda de prensa diaria de la Comisión.
Precisamente este viernes se reúnen en Luxemburgo los ministros de Interior de la UE para abordar la situación de las rutas migratorias y el fenómeno reciente pero "preocupante", según Bruselas, de los países terceros que, como Bielorrusia, instrumentalizan la migración con fines políticos.
La Comisión alertó recientemente de que cada vez hay más estados que están recurriendo a esas prácticas y llamó a los Estados miembros a responder a esos ataques.
La carta de los doce países añade que "para asegurar una respuesta efectiva e inmediata a la instrumentalización de los flujos migratorios, necesitamos soluciones europeas sin demora".
Considera que los medios disponibles, y en particular el Código de Fronteras Schengen, no permite abordar bien las entradas irregulares a través de tierra y mar y que no hay "reglas claras" sobre las acciones que los países deben tomar cuando se produzca un "ataque" creado de manera artificial a través de un flujo de migrantes irregulares impulsado desde un país fuera de la UE.
Se muestran convencidos de que "es más pertinente y sostenible" centrarse en "una protección fronteriza más sólida, en normas comunes para la vigilancia de las fronteras exteriores y en la prevención de cruces fronterizos ilegales".
Para ello, añaden, hay que anticiparse a la situación, con "nuevas herramientas que permitan evitar las graves consecuencias" de los flujos migratorios excesivos sobre los sistemas de asilo y las instalaciones de acogida.
BRUSELAS DICE NO A USAR FONDOS EUROPEOS
La comisaria de Interior, Ylva Johansson, ha dicho este viernes no tener "nada en contra" de que países de la Unión Europea levanten muros para proteger su frontera exterior, aunque ha añadido que no cree que se deba financiar con dinero europeo como piden una docena de gobiernos porque hay otras propuestas sobre la mesa para mejorar el control migratorio.
"Los Estados miembro tienen el derecho y la responsabilidad de proteger sus fronteras y están en la mejor posición para decidir cómo hacerlo, siempre que se haga de acuerdo al acervo comunitario", ha razonado Johansson en una rueda de prensa en Luxemburgo, al término de una reunión de los ministros de Interior de la UE.
La comisaria, que ha precisado que no hablaba a título personal sino en nombre de la Comisión, ha dicho entender que haya gobiernos europeos que opten por levantar muros o vallas para cortar el flujo irregular de migrantes: "No tengo nada en contra".
No obstante ha apuntado que no cree que sea "buena idea" usar dinero de la Unión Europea para construir esas barreras porque los recursos comunitarios deberían destinarse al desarrollo de otras medidas propuestas en la reforma del pacto de migración y asilo, cuya negociación sigue bloqueada.
"Tenemos muchas cosas sobre la mesa que necesitan ser adoptadas e implementarse antes de que se presente nada nuevo", ha argumentado, en respuesta a la carta que doce países, entre ellos Grecia, Hungría y Polonia, han distribuido de cara a la reunión de ministros para reclamar fondos adicionales específicamente para levantar "barreras físicas" en la frontera exterior.
Johansson, además, ha pedido a los Veintisiete que recuerden cuando reclaman recursos extra para el control migratorio y el refuerzo de la frontera exterior que el presupuesto que maneja para ello Bruselas es "limitado" precisamente porque los Estados miembro decidieron recortes en las partidas fundamentales de esta área.