Las plantas decoran, dan vida y alegría a nuestro hogar y, además, son unas buenas compañeras de piso, ya que en muchos casos purifican y limpian las toxinas del aire que respiramos en él.
Si te encantan las plantas y te gustaría ver tu hogar convertido en un auténtico jardín, no tienes excusa para no ponerte a ello. Aunque seas un poco desastre y creas que se te van a morir todas, no desesperes, ya que hay unas cuantas especies muy resistentes y fáciles de cuidar. Aquí tienes doce de ellas son:
1- Poto. Es una planta muy agradecida, ya que con unos escasos cuidados, un poco de luz (semisombra) y un poco de agua (cada 5 días en verano y 10 en invierno), crecerá como si no hubiera un mañana. Ponla en muebles altos o estanterías, ya que sus ramas cuelgan en efecto cascada.
2- Lirio de la paz. Elegante planta de interior que florece durante todo el año, purifica el aire y se adapta a cualquier temperatura, luz y humedad (basta con regarla una vez a la semana).
3- Cinta o malamadre. También conocida como lazo de amor, es muy vistosa y decorativa. Aguanta temperaturas altas y necesita poca luz y siempre de forma indirecta. Ideal para pasillos o recibidores. Riégala una vez a la semana en invierno y dos o tres en verano, cuando la tierra esté seca.
4- Sansevieria o lengua de suegra. Se llama así por su forma alargada y sus hojas bicolor en forma de espada. Es muy resistente y necesita poca luz y poca agua (una vez cada dos semanas poniendo un plato con agua bajo la maceta). El dormitorio es el lugar ideal para colocarla, ya que además de decorar, libera oxígeno y purifica el ambiente.
5- Árbol de jade. Con su forma de pequeño arbolito y sus hojas carnosas, necesita poca agua (solo pulverizarla de vez en cuando) y puede llegar a medir entre uno y dos metros.
6- Pata de elefante. Debe su nombre a la forma ovalada de su tallo, su reserva secreta de agua. Solo pide una exposición directa al sol, sustrato para suculentas y un poco de agua cuando tenga la tierra seca.
7- Flor de flamenco. Con sus hojas ovaladas y sus flores en forma de corazón que pueden durar hasta dos meses, pondrá la nota de color a tu salón. Necesita humedad, luz y su sustrato debe estar siempre ligeramente húmedo.
8- Costilla de Adán o Monstera deliciosa. Es una superviviente nata, mejor colócala en semisombra y nunca la expongas directamente al sol. Su temperatura ideal, entre 10 y 24 grados. Pulveriza de vez en cuando sus hojas y riégala cada 15 días en invierno y una vez a la semana en verano. Por su aspecto tropical y sus hojas grandes agujereadas, necesita un espacio amplio para crecer.
9- Corazón de hombre. Es una planta muy decorativa gracias a sus hojas ovaladas y carnosas en las que acumula agua. No la riegues mientras su tierra no esté seca. Requiere poco sol y es muy sensible al frío.
10- Ficus. Debes colocarla en espacios amplios y tener especial cuidado con la temperatura: colócala lejos de radiadores, de corrientes de aire y de lugares que no alcancen los 13 grados. Necesita luz indirecta y agua, solo un par de veces por semana. Es una planta muy agradecida para interior y, además, ayuda a bloquear la contaminación acústica.
11- Esparraguera. Necesita poca agua y no debes exponerla a la luz del sol, ya que podría quemar y hacer amarillear sus brillantes hojas verdes. Notarás cómo crece, así que cada dos años deberás cambiarla de tiesto.
12- Aloe vera. Al ser una planta desértica, necesita luz, aguanta bien el calor y resiste con poca agua (regarla una vez cada 15 días). Además de ser una planta decorativa, sus hojas pueden ser utilizadas con fines terapéuticos y de belleza.
Ya lo ves, si no quieres renunciar a las plantas en tu hogar, pero eres consciente de que no vas a poder prestarles mucha atención, siempre podrás recurrir a una de estas especies que, con muy poca dedicación, siempre te van a ofrecer su mejor cara.