Llama la atención la imagen del Jai Alai de Gernika en la elección de material de este martes para la final del Eusko Label Winter Series de cesta punta de este domingo, a partir de las 12.00 horas. Unas horas antes, el lunes por la noche, 1.600 personas atronaban en las gradas en el choque por el tercer y cuarto puesto, desprovisto de la pátina de glamour de un encuentro con una txapela en juego. Todo un éxito de convocatoria a la que hay que dar la importancia que tiene, más incluso que meter 2.000 en la cita por el título.
Diego Beaskoetxea mira al horizonte del frontón vacío en el que pasa un montón de horas. Ahí dentro, después de hacerse cargo de la escuela de la localidad que anteriormente estuvo en manos de su padre Gonzalo Beaskoetxea, una enciclopedia sobre el deporte aparte de puntista y maestro excepcional, fabrica deportistas. Funciona a todas horas. Así se sustentan los cimientos del mimbre. El veterano dejará la pelota este domingo. Valor doble para el choque. Diego comparte gerriko con Imanol López, otro de los veteranos. Un flashback: casualmente, en el Residencia Calzada de 2014, el punto cero del tsunami puntista foral, fueron pareja ante Iñaki Osa Goikoetxea y Jonathan 'Duke' Hernández. Llenaron. De ahí hasta el Olimpo.
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Xabier Barandika y Unai Lekerika también caminan por la cancha y apuran los últimos días antes de una final del tamaño de una catedral. "Soñada", dice el delantero azul. No en vano, la realidad es que la localidad foral, sede del evento al completo, en el que han metido una media de 1.600 personas por partido en catorce semanas de competición, vive un envite de ensueño: tres de sus vecinos, los dos delanteros además son primos, pelearán por el cetro.
Los "días tranquilos"
"Estos días están siendo tranquilos para mí", evoca Diego, quien afirma que "había mucha presión para alcanzar este partido, pero lo hemos logrado. Ahora tengo mucha ilusión de que llegue". Beaskoetxea tiene una gran experiencia –lleva 25 años en la élite– y tiene claro que las finales son partidos "distintos". El trabajo ya está hecho. "La txapela irá para el que mejor esté. Estos compromisos se deciden por detalles", sostiene el experimentado gernikarra.
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Diego y López sufrieron una derrota en su primera comparecencia del Winter Series, ante Goikoetxea-Etcheto, pero luego supieron reponerse. De menos a más. "Para las dos parejas finalistas ha sido una montaña rusa", describe. "Empezamos mal. Hemos tenido de todo: partidos buenos y partidos malos. Las dos combinaciones estamos igual", afirma Beaskoetxea. En la semifinal dinamitaron en dos jokos a Olharan-Basque, que se colgaron el bronce el lunes.
Final "en familia"
Su primo, Xabier Barandika, calca el discurso con respecto al encuentro. Para empezar, el delantero considera que "ganará el que menos fallos haga". El puntista local y Lekerika llegan en una trayectoria parecida: comenzaron en un partidazo ante Aritz Erkiaga y Zabala, campeones en curso a los que apearon de las semifinales, y tuvieron dudas con la derrota ante Olharan-Basque pero lograron el billete a las semifinales, en las que tumbaron a los invictos Goikoetxea-Etcheto en un partido muy duro. "Sabíamos que cinco de las ocho parejas entraban dentro del club de los favoritos. Quizás nosotros lo éramos menos que a ellos. No creo que hayamos hecho un mal campeonato. Al final, solo un triple empate nos echaba en la primera fase", desgrana.