El número 21 de la calle San Jerónimo, en la Parte Vieja de Donostia, celebra este año su 50º aniversario. Josefina Junyent, madre de Esther Rodrigo, actual propietaria de Boutique Esther, abrió la tienda de ropa de baño de mujer en 1972 con un toque moderno. Siguiendo todas las modas de la época, se convirtió en una de las primeras boutiques que se abrieron en Donostia y la apertura fue un éxito. Esther forma parte de la segunda generación familiar y, junto a Sara Zabala, trabajadora de la tienda, celebra en 2022 los 50 años de la tienda, que se cumplieron el pasado 27 de abril.
La Federación Gipuzkoa Merkatariak hizo entrega recientemente a la tienda de una placa conmemorativa por sus 50 años que ahora luce en una de las estanterías junto con la fotografía de Josefina.
Gracias al trato y a la especial atención que ha brindado siempre Boutique Esther a sus clientas, muchas donostiarras ya han cogido la rutina de pasarse por la tienda cada año antes de que se abra la temporada de verano para renovar su armario.
Esther comenzó a trabajar en la tienda de su madre “con 14-15 años” para ayudar algunos fines de semana mientras estudiaba. Tras finalizar sus estudios de Arte y Decoración y tras el fallecimiento de su madre en 1994, asumió la responsabilidad y tuvo que hacerse cargo del negocio con una de sus actuales compañeras, Sara Zabala, que lleva trabajando con ella y su madre desde que tenía 16 años. Por eso, Esther se refiere a Sara como “uno de los pilares fundamentales de este negocio”.
Desde el principio han vendido ropa de baño y ropa de vestir, pero está claro que las prendas de baño han sido el producto estrella durante todos estos años. Los artículos son fabricados en Europa, la mayoría en Barcelona, pero también hay complementos como los pañuelos que están diseñados en Donostia. La clave para haber cumplido 50 años, dice Esther, “ha sido el trato, la empatía con el cliente y el saber qué recomendar a cada persona en cada situación, algo muy difícil en una prenda como el bañador o el bikini”.
Además, a lo largo de los años también han pasado por las manos de Esther conocidas clientas como la Duquesa de Alba, Ainhoa Arteta, celebridades del Zinemaldia y las concursantes que formaban parte de los certámenes de Miss Gipuzkoa. “Para los desfiles que se celebraban en las antiguas discotecas Young Play y el Keops, las misses venían a probarse la ropa. Fueron años muy bonitos”, añade Esther.
Todas las modas vuelven
Haciendo un recorrido desde que abrió la tienda hasta las tendencias de este verano, Esther asegura que “la moda de baño de mujer ha sido siempre todo un reto y una moda muy cambiante que ha avanzado en algunos momentos y ha retrocedido en otros”. La mujer pasó de ir tapada al bikini como símbolo de la liberación femenina, pasando por todo tipo de texturas, cortes y colores que marcaron una prenda que hoy es un básico en todos los armarios, con una amplia variedad. Hasta la llegada del bikini en 1946, las mujeres lucían trajes de baño de una sola pieza, pero como todo en la moda vuelve, la pieza única de bañador regresó hace unos años a la vida de las mujeres de todas las edades. “Nos hemos adaptado a todas esas modas, pero intentado tener una gran variedad de prendas”, cuenta Esther. “Ahora mismo no hay ninguna moda que predomine en Donostia, se lleva de todo y yo creo que es el cuerpo y la personalidad de cada una lo que marca un poco lo que se quieren llevar”, añade. Siempre hay tendencias que suelen ser por colores o de formas diferentes, por eso “tenemos mucho en cuenta todas esas tendencias para hacer pedidos, pero luego también tenemos el sota, caballo y rey del que siempre disponemos”, comenta Sara.
La ropa de baño es, sin duda, la marca de la casa porque “en Boutique Esther fuimos pioneras a la hora de ofrecer una variedad de modelos difícil de encontrar hace 50 años, no solo en Donostia, sino en todo el norte de España”. Los contactos de la madre de Esther con fabricantes catalanes, que eran y siguen siendo los pioneros en la ropa de baño, permitieron acceder a este negocio a una amplia oferta. “Seguimos trabajando con nuestros contactos de Barcelona, aunque hemos ampliado el número de proveedores con ropa de calle, más allá de la temporada de playa”. En invierno se trabaja, sobre todo, el género de punto, además de parkas, pantalones, bufandas, guantes, gorros y pañuelos de seda y lana diseñados en Donostia.
Antes había menos formas, menos estampados, menos productos, por lo que la moda de baño femenina era más simple, pero con el paso de los años, sobre todo en los 70, fue cuando comenzaron a aparecer prendas que rompían los estándares. “Mi madre tuvo que adaptarse a modas clásicas, la hippie y estar pendiente de todas las tendencias”, asegura Esther.
Servicio personalizado
Lo que más se vende en Boutique Esther es la ropa de baño y sus complementos porque dispone de mucha variedad de productos diferentes. Vender este tipo de prenda es muy difícil porque hay que asesorar a cada clienta una por una y cada bikini o bañador sienta de diferente manera. “Al probarte un bañador o un bikini te ves desnuda y te tienes que ver bien, no es tan fácil como una camiseta que te tapa más”, explica Esther. Por eso hay que tener mucha cantidad y muchos modelos para poder vender. “Por ejemplo, de un mismo estampado tenemos modelos diferentes de braguitas o partes de arriba para que cada clienta pueda combinarlos a su gusto según el modelo y talla y elegir la combinación que mejor le sienta. De esta manera, nosotras también podemos ofrecerles un servicio más personalizado”, añade Sara.
Atienden y asesoran muy bien sobre el producto que venden porque lo conocen a la perfección. “Cada clienta es un mundo e incluso pedimos tallas a gusto de las clientas cuando nos lo solicitan. Hay que saber atender al cliente porque aquí viene gente con distintas circunstancias y problemas y nosotras tenemos que estar preparadas para cualquier situación”, cuenta Esther. Boutique Esther cuenta con alternativas para mujeres, por ejemplo, que hayan padecido cáncer de mama, ya que trabajan con proveedores que les venden prendas específicas.