Desde este mediodía, los vehículos que se dirigen al Polígono 27 de Martutene pueden acceder también desde el nuevo enlace que une este espacio empresarial con Astigarraga.
Después de trece meses de obras y una inversión de seis millones de euros, la nueva carretera ha quedado oficialmente abierta por el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, y el alcalde de Donostia, Eneko Goia, que han visitado el nuevo enlace poco antes de su puesta en funcionamiento.
La carretera, de 888 metros de longitud y un carril para cada sentido, suma una nueva conexión con el polígono de Martutene, de los mayores de Gipuzkoa en la actualidad, y aligerará el trafico en la rotonda situada junto a la cárcel de Martutene, frecuentemente colapsada en horas punta. En este nudo viario coinciden vehículos que entran y salen del polígono así como personas que acuden o salen del hopital y viajeros que provienen o se incorporan a Donostia y a la AP-8.
(Olano, Iarbide y Goia, en la nueva carretera antes de su apertura al tráfico)
La nueva conexión del Polígono 27 lo conecta con la rotonda de Bidebitarte, en Astigarraga, y supondrá un desahogo, ya que permitirá que gran parte de quienes visitan la zona empresarial de Martutene accedan directamente con la AP-1 y la autovía del Urumea sin entrar al barrio donostiarra.
En su visita, Olano destacó la "gran relevancia cualitativa" del nuevo elnlace. "Mejorará notablemente la fluidez y seguridad del tráfico en un punto de conexión principal de la red viaria de Gipuzkoa", señaló el máximo representante foral.
El objetivo final de la nueva carretera es, además de mejorar el tráfico, dar un nuevo impulso a las empresas del Polígono 27 de Martutene, a sus trabajadores y a la actividad económica en general, señaló Olano. Asimismo, añadió que el nuevo vial permitirá una movilidad "más segura y cómoda para favorecer el equilibrio territorial y para facilitar los flujos entre las comarcas".
La construcción de esta nueva carretera, que pasa a incorporarse a la red de la Diputación con la denominación de GI-3841, fue solicitada conjuntamente por los ayuntamientos de Donostia y Astigarraga y por los usuarios del polígono empresarial.
En la obra, explicó, se han utilizado áridos reciclados para la construcción del firme. Además, desde el alto de Antondegi hasta el viaducto se ha levantado un montículo de tierra para proteger del tráfico las viviendas de alrededor. El muro de tierra ocultará en parte, dijo Oiarbide, la carretera por lo que reducirá el impacto visual.
Para compensar la zona natural eliminada con la obra, la Diputación replantará árboles de bosque atlántico en una amplia zona que linda junto a la nueva carretera.
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