Marianela Guardia viajó desde San Luis, Argentina, hasta Donostia con sobrada experiencia en pastelería y muchas ganas por poner en marcha un negocio propio en el que sus raíces se paladean y las de su pareja Iker, también.
Marianela Guardia trajo a Donostia desde su Argentina natal "mucha experiencia" en pastelería y atención al cliente y ganas de forjarse un futuro a través del emprendimiento. Conoció a su pareja Iker y, siendo los dos "muy echados para adelante", se decidieron a poner en marcha su propio negocio, la pastelería Goxonela, en el número 33 de la calle Ametzagaña, en Egia.
Cuando llegó a Donostia, hace cuatro años, Guardia y su pareja optaron por poner en marcha su propio proyecto en un barrio "trabajador", que está respondiendo muy bien a la oferta mestiza de esta emprendedora que asegura ser "pastelera y repostera de vocación y profesión. Cocino desde los doce años".
No hubo dudas, había que aprovechar su experiencia y esas ganas de mostrar todo el bagaje de Marianela, combinado con la preparación informática de su pareja, que se encarga de la comunicación y gestión de redes.
¿Cómo hacerlo? Sumando. Con una oferta en dulce que pone sobre el mostrador propuestas de raíces argentinas y también vascas. "Nos hemos especializado en crear una fusión entre productos argentinos y vascos. Elaboro los productos en el obrador y los saco a diario, aunque principalmente los fines de semana".
Aunque al comenzar a trabajar se le avisó de que "acá no gustan tanto los sabores tan dulces", asegura que sus elaboraciones con dulce de leche como ingrediente principal están obteniendo muy buena respuesta. "Estoy gratamente sorprendida, porque gustan mucho. La gente los prueba y se anima y ya tengo auténticos fanáticos de los alfajores. En general, la respuesta está siendo muy favorable". Y eso que solo lleva haciendo de embajadora de esta mezcla de sabores cuatro meses.
¿Y qué son los alfajores? "La tapa de los alfajores son como dos galletas cuyo tipo de masa varía. Yo los tengo rellenos de dulce de leche, de fruta, bañados en chocolate negro o blanco, glaseados... Hay mucha variedad".
Magdalenas, bizcochos, tartas de todos los colores y sabores... "Aquí vienen distintos tipos de clientes, desde el que es muy tradicional al que se anima más". Y tienen opciones, porque Guardia va cambiando. "La semana pasada hice merengue cocido, la famosa pavlova, y a la clientela le llamó la atención y me preguntaban. Para eso estoy yo, para explicar".
Falta le hará, ya que la oferta es muy amplia. "De cara al fin de semana estoy haciendo más de quince variedades de tartas". En el menú, las propuestas "típicamente argentinas" y muchas más. "Estoy probando distintas variedades de tarta de queso, desde la típica a una con base de brownie, con Oreo, con fresa y chocolate blanco, con tiramisú y en Navidad hice una con fruta escarchada".
La lista es casi interminable. "La tarta de pera con pasas y nueces está teniendo mucho éxito y hago también una tarta de manzana más al estilo de Alemania y Austria. Cuando me preguntan explico que tengo sangre italiana y austriaca. Mi abuela era austriaca y hacía esa tarta. Hago también banana split, más argentina, pero también pastel vasco, tarta selva negra, etc. Trato de salirme de lo convencional y dar más opciones".
Otro producto muy demandado y al que Guardia suma posibilidades son los brownie, que elabora con dulce de leche, Oreo, nueces o pasta de chocolate y, reconoce, "la gente se anima", como lo hacen con las porciones de pasta Frolan con dulce de membrillo, de origen italiano y que en Euskadi, donde el paladar está muy acostumbrado al membrillo, tiene buena aceptación. "Encajamos las herencias de nuestros ancestros", abunda.
Son muchas las pistas que en Goxonela se encuentran de las raíces argentinas de su dueña, pero en primer plano se encuentran los alfajores. "Mucha gente pasa ante el escaparate, los ve y entra, porque en algún momento estuvo en Argentina o tienen parientes o amigos y los conocen".
A Guardia hay un detalle que le ha sorprendido en Donostia: "Hay mucha más costumbre de comer pan" que en Argentina. De ahí que se haya animado los domingos a "elaborar hogazas artesanas. Estoy haciendo hogazas de espelta o de centeno y en breve comenzaremos a hacer más variedad".
dulce y mestiza Y al comprobar que su propuesta dulce y mestiza obtiene buena respuesta, Marianela Guardia se ha atrevido a elaborar los fines de semana "las típicas empanadas argentinas y tartas saladas de puerro y bacon, tomate y queso, verduras..."
Goxonela funciona mucho por encargo y, con lo que hay en las vitrinas, la cantidad responde a la demanda del consumidor: "Una porción, un cuarto de tarta, media o lo que desee". "En Egia vive mucha persona mayor y viene a pedirme postres que no tengan tanto azúcar. Lo que les gusta es saber que hago las cosas yo y que busco el equilibrio. No hago las cosas excesivamente dulces y eso a la gente le gusta".
En Goxonela Marianela también recibe visitas de compatriotas. "En esta zona viven muchos argentinos que al ver los alfajores entran y me encargan cosas".
Para organizarse, va afrontando la elaboración durante todo el día, en el obrador que su local dispone en la parte trasera. A diario, con horario de mañana y tarde, menos los lunes en los que solo abre al mediodía y el domingo que abre a la mañana, puede fijarse su calendario porque "la pastelería da un poco de margen". De martes a sábado Goxonela funciona entre las 8.30 y las 14.00 horas y de 16.30 a 19.30, aunque los viernes y sábados "me quedo más, casi hasta las 20.30 horas, porque hay más movimiento".
Asegura Guardia que "la gente agradece que la elaboración sea artesana". La bollería y el pan de a diario lo hornean en el local, no lo elaboran como el resto de pasteles y tartas, aunque para elegirlos "probamos mucho, porque deben ser de calidad", concluye esta joven de la villa de Merlo, en la provincia de San Luis.
"Me dijeron que aquí gusta el dulce menos dulce, pero la respuesta está siendo muy buena"
Marianela Guardia
Pastelera argentina