El Ayuntamiento de Donostia y la empresa de transporte publico Dbus han iniciado un proceso para la instalación de 246 nuevas marquesinas de autobús entre este año y 2024. En concreto, en este mes de septiembre comenzaran a colocar una treintena de marquesinas, seis de ellas pedidas por los usuarios.
En principio, estas nuevas protecciones para los viajeros se instalarán en Amara Zaharra, Amara Berri, Riberas de Loiola, Satrustegi-Pío Baroja y la zona alta de Aiete. Si hay toma de electricidad, dispondrán de un sistema de guiado para personas con discapacidad visual y sensores de presencia, que encenderán luces cuando haya alguien por las noches.
La red de transporte municipal cuenta actualmente con 297 marquesinas y 252 postes, un total de 549 puntos de subida y bajada de los autobuses de Dbus, que serán renovados en un alto porcentaje. La renovación afectará pues a más del 80% de estos habitáculos.
Además de cambiar las estructuras que estén en peores condiciones, el Ayuntamiento también modificará algunas paradas que actualmente solo disponen de un poste indicativo y pasarán a contar con marquesina.
El departamento de Movilidad del Ayuntamiento ha recibido en los últimos tiempos 48 peticiones de solicitud de cambio de postes de parada por marquesinas y ha sustituido ya una veintena de ellos por espacios acristalados allí donde no existían.
Según señala un informe de la dirección de Dbus, “próximamente” atenderá más peticiones para cambiar el poste por la marquesina. En concreto, se colocarán estos habitáculos en el paseo de Zarategi 8, en Intxaurrondo, en la parada de Garbera, en la de la estación de Lugaritz de Euskotren, en Pagola, en La Cumbre, en San Roke 58 y en la calle Estella-Lizarra. Una vez instaladas se habrán atendido el 60% de las reclamaciones ciudadanas en este sentido, dice el informe.
Además de las peticiones de los viajeros, el plan de renovación de marquesinas, que afectará a 246 de las existentes, tiene en cuenta otros criterios. Entre ellos, se encuentra el de cambiar aquellas que están más deterioradas o con problemas de accesibilidad, las que cuentan con piezas en las que puede haber problemas de suministro de los repuestos y aquellas que, por su uso intensivo, requieren otras estructuras de mayor tamaño.
136 de las nuevas marquesinas serán sufragadas por el programa de ayudas para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital otorgadas por el Ministerio de Transportes, procedentes de los fondos europeos Next Generation. Las otras 110 se pagarán mediante el contrato de concesión del servicio de gestión integral de marquesinas que tiene suscrito el Ayuntamiento.
“De manera equilibrada”
La sustitución de las marquesinas se llevará a cabo “de manera equilibrada entre los diferentes barrios”, señala el informe, que añade que se establecerá “un único modelo de marquesina para toda la ciudad, manteniendo una estética homogénea”. Solo se adaptará su configuración si hace falta por la orografía del lugar o por necesidades de accesibilidad.
Las nuevas marquesinas que formarán parte de la red de Dbus serán de nueva generación y contarán con un innovador sistema de guiado, que servirá a las personas con discapacidad visual para moverse de modo autónomo, sin ayuda, utilizando el teléfono móvil. La tecnología que incluirán estas paradas tendrá un código QR, que se puede leer a distancia, y permitirá a las personas que lo necesiten moverse con seguridad por el habitáculo, además de darles otras informaciones como la llegada de los autobuses en tiempo real y en los idiomas que utilicen en sus teléfonos móviles.
Según explica Dbus, el sistema de guiado también es útil para otras personas que no tengan discapacidad visual.
Además, todas las nuevas marquesinas que estén conectadas al alumbrado público dispondrán de un sensor de presencia, que permitirá que se activen de noche unas luces de cortesía, lo que mejorará notablemente la visibilidad dentro del espacio. Se verá mejor en su interior y también desde el exterior, lo que permitirá evitar puntos negros y problemas de seguridad.
Además, solo gastarán energía cuando haya viajeros esperando o bajando del autobús.