donostia– Lo destacaban el alcalde de Donostia, Eneko Goia y el edil de Cultura, Jon Insausti. Los protagonistas de este día de San Sebastián tan extraño y tan deslavazado serán los niños y niñas que hoy llenarán de color e ilusión las calles de la ciudad.
Pero no será la de hoy una jornada de alegría desbordada, de calles llenas y restaurantes hasta la bandera. El covid vuelve a mandar y a condicionar el gran día de los y las donostiarras. Sin tamborradas de adultos, con un ambiente nocturno cercenado y con la sombra de la contagiosa variante ómicron planeando sobre la ciudad, solo queda disfrutar de la fiesta con prudencia y esperar que este sea el último año en el que el coronavirus impida el normal disfrute de la misma.
El menú de hoy está compuesto por un plato único, la Tamborrada Infantil, dividida en cinco piezas, que discurrirá por Gros, El Antiguo, Bidebieta, Amara Berri-Riberas y Centro.
Por lo demás, el ambiente lo pondrá cada donostiarra con la alegría que aporte, siempre sin olvidar que la situación sanitaria sigue siendo más que preocupante.
De ahí que en una comparecencia reciente el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Donostia, Jon Insausti, realizara un llamamiento a la prudencia a todas las personas que quieran secundar con su presencia el desfile de los más jóvenes.
Porque de la nómina de actos festivos pocos son los que se han salvado: el concierto de la Banda de Municipal de Txistularis que tuvo lugar el domingo 18 en el teatro Principal, la recepción a los cargos y representantes de las compañías que integran la Tamborrada Infantil en el Victoria Eugenia, y la propia Tamborrada Infantil.
Los tambores y barriles de los mayores esperarán un año más en casa para sonar con más fuerza que nunca en 2023.
pérdidas Aunque en algunos restaurantes y en muchas sociedades las cenas de la noche de ayer se suspendieron, fueron numerosos los donostiarras que decidieron juntarse con los amigos, en pequeños grupos, eso sí, para compartir unas horas agridulces y volver a sus hogares antes que nunca, tomando en cuenta que la hostelería cierra sus puertas a la 1.00 horas.
No han sido pocos los encuentros que se celebraron previa realización de una prueba de antígenos, con el fin de evitar o reducir en la medida de lo posible el riesgo de contagio.
Quienes se animaron a salir, pese a que el ambiente era frío y no solo por la ausencia de tamborradas, pudieron regresar a casa tras el cierre de bares y restaurantes en autobús, dado que los gautxori de Dbus funcionaron hasta las 2.00 horas.
Hay ganas de disfrutar, así lo señalaban algunos de los hosteleros con los que NOTICIAS DE GIPUZKOA ha contactado en días anteriores, pero el miedo al contagio persiste. Pese a todo, confían en que la jornada de hoy pueda ser positiva.
Pero la reducción de aforos, la limitación horaria y la no celebración de las tamborradas de adultos ha hecho mella en las reservas. Por segundo año consecutivo los hosteleros han visto cómo se perdían los ingresos de una de las noches más fuertes del año. Habrá que esperar y confiar en que sea el último.
Euskal Etxea. Tampoco la celebración de la tamborrada en la Euskal Etxea de Madrid será como la de otros años, ya que únicamente se han mantenido los actos al aire libre, la tamborrada del día 23 que partirá de la sede de la calle Jovellanos, y se canceló la cena de la Víspera. La compañía estará integrada por 30 tamborreros dirigidos por el Tambor Mayor, José María Arana. De vuelta a la sede madrileña, tras recorrer distintas calles de la villa, se realizará el relevo a los tambores y barriles infantiles, 25 en total. Al finalizar la tamborrada la peña de la Real de la Euskal Etxea impondrá su Txapela urdiña al periodista Iñaki Gabilondo.
la tamborrada de madrid
reducida