Donostia: EKP vuelve a cobrar por los amarres a los barcos “okupas”

Euskal Kirol Portua (EKP), la entidad del Gobierno Vasco que gestiona los puertos, ha vuelto a mandar las recibos a los titulares de embarcaciones de recreo del muelle donostiarra que se negaron a abandonar sus plazas, tras no obtenerlas en el proceso para reasignar los amarres, que se paralizó tras quejas y reclamaciones judiciales de distintos sectores.

De más de 380 plazas de amarre del muelle donostiarra, cerca de un centenar están ocupadas por embarcaciones que no consiguieron plaza pero rechazaron salir del puerto a pesar de los requerimientos de EKP. Aunque algunos de estos barcos “okupas”, como se autodenominan con ironía, solicitaron a EKP que les cobrase por el alquiler de las plazas, la entidad no lo hizo, por lo que llevaban año y medio sin pagar. Ahora, EKP ha remitido las facturas correspondientes a tres semestres (los dos de 2022 y el primero de 2023) para que abonen las distintas cantidades.

“Estos cobros no suponen, en ningún caso, la adquisición o reconocimiento de ningún derecho, presente o futuro, sobre la plaza de amarre utilizada”, dice la comunicación remitida a los titulares de estas embarcaciones. No obstante, añade, mientras las sigan usando, tendrán que pagar.

El cambio de criterio de EKP podría conllevar novedades, opinan algunos, en un proceso que arrancó en primavera de 2021 con el objetivo de repartir de nuevos los amarres, tras numerosas quejas de los aspirantes a hacerse con una plaza desde hacía años, que veían cómo la lista de espera no avanzaba apenas.

La alegría de estos aspirantes se convirtió en enfado cuando comprobaron, según sus quejas, que el 90% de los que habían obtenido plaza eran los mismos que ya las tenían.

En vista de la situación, recurrieron contra el listado de seleccionados por considerar que salían beneficiados los que ya tenían plaza.

Tras analizar las quejas, EKP admitió la existencia de errores, efectuó correcciones y rehizo el listado.

Entonces, algunos de los antiguos titulares de amarres, que se habían quedado sin plaza para su embarcación, también recurrieron a los tribunales y el proceso quedó paralizado.

A pesar de que EKP conminó a algunos a dejar libres los amarres, algunos pocos lo hicieron pero otros no y se quedaron hasta el momento, a la espera de nuevas decisiones sobre la situación.