El alcalde de Donostia, Eneko Goia, aseguró este lunes en la comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, en Madrid, que la apuesta por la bicicleta, que se remonta a los años 80, y por el peatón, así como las distintas acciones relacionadas con el tráfico, son ingredientes básicos en la receta para que la capital guipuzcoana sea la ciudad del Estado con menor probabilidad de sufrir un accidente vial, según las aseguradoras.
Además, expuso a los diputados presentes que uno de los objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible aprobados en la capital guipuzcoana es "bajar un 50% los fallecidos y heridos graves en carretera para 2030". En 2021 hubo tres fallecidos en las carreteras de Donostia, los tres motoristas, además de 40 lesionados graves y 828 leves.
El mandatario donostiarra fue invitado a la comisión de Seguridad Vial del Congreso por su presidente, Juan José Matarí Sáez (PP), para que expusiera los detalles relacionados con la baja proporción de accidentes de tráfico, en comparación con otras ciudades, según el recuento de datos de 2019 y 2020 dados a conocer por la Asociación Empresarial del Seguro, Unespa.
La entidad tiene en cuenta no solo los siniestros con víctimas sino, también, los de chapa. Con todo ello, otorga un 8,9 a Donostia como ciudad con mayor seguridad vial. Le siguen Zaragoza, con un 8,4, y Orihuela, en Alicante, con un 8,2.
A pesar de ello, según reconoció el alcalde, a lo largo de 2021, las carreteras urbanas de Donostia fueron escenario de 1.502 accidentes, casi un 10% más (9,7%) que el año anterior, cuando la pandemia redujo la actividad, pero se situó en un 4% menos que en 2019, antes de la pandemia. Goia destacó que el dato de siniestralidad descendente sigue la línea de los últimos años y eso es "lo importante".
Ante los grupos políticos del congreso, el mandatario jeltzale recordó que la transformación urbana, con una apuesta clara por las bicicletas y el traslado a pie, pueden ser causas de la siniestralidad contenida.
El alcalde recordó que el uso de la bicicleta sigue en aumento cada año, así como los kilómetros de carriles para estos vehículos, y aseguró que Donostia fue la primera ciudad del Estado en crear un bidegorri separado de la acera y la carretera, en concreto en el paseo de Bizkaia, bajo el mandato del alcalde Jesús María Alkain, el primero de la democracia. Los demás regidores siguieron la misma senda de refuerzo ciclista, añadió.
Asimismo, recordó los buenos resultados y aceptación del sistema de bicicleta pública Dbizi, tras una primera etapa que fracasó y el posterior cambio de sistema y de adjudicatario.
30 KM/h
Dentro de la transformación urbana, Goia subrayó el descenso de la velocidad a 30 kilómetros hora en la mayor parte de las calzadas de Donostia, con la excepción de las que permiten 50 por ser vías de mayor capacidad y acoger al transporte público, que también ha podido influir en los buenos datos de seguridad. También recordó los planes que están sobre la mesa para crear una zona de bajas emisiones en el Centro, donde el tráfico quedará restringido a residentes y otros.
También destacó distintas iniciativas, algunas de larga trayectoria, como las charlas de formación que ofrece el Grupo de Seguridad en las escuelas para concienciar a los más jóvenes. "Con la pandemia no se han podido celebrar igual pero ahora estamos de nuevo con toda normalidad", señaló el primer edil, que concretó que el pasado año 817 alumnos de secundaria y 180 de primaria asistieron a las formaciones sobre seguridad vial en sus respectivos centros escolares.
Goia explicó asimismo la iniciativa Eskola Bidea, para crear itinerarios peatonales seguros para los alumnos y la aplicación de trabajos para la comunidad en el caso de infractores viarios.
Preguntado por los distintos portavoces del PNV, PP, Vox y PSOE en la comisión, el mandatario donostiarra destacó también su preocupación por los patinetes eléctricos y respondió que Donostia reguló en 2018 su uso, para mayores de 16 años y nunca por las aceras, antes de que lo hiciera la DGT. Asimismo, admitió que cada vez hay más accidentes con estos aparatos y defendió las multas como método disuasorio.
La fuerte implantación del autobús en Donostia puede tener también efecto en la baja siniestralidad vial en la ciudad. En concreto, en 2019 Dbus tuvo 30 millones de viajes en una ciudad de 188.000 habitantes, mientras que Gipuzkoa, con 700.000 residentes, registró 28 millones de usos. Así lo recordó el alcalde, que añadió que la puesta en marcha del nuevo Topo, que sitúa en 2024, será una nueva oportunidad.