El Ayuntamiento de Donostia valorará la propuesta recientemente lanzada por las artistas Helena Cabello y Ana Carceller para cambiar el nombre a la calle de Amara Catalina de Erauso, la donostiarra conocida también como la Monja Alférez, ya que se considera que el personaje histórico fue transexual y finalizó sus días con el nombre elegido de Antonio.
La idea, sin embargo, fue criticada duramente por el colectivo Gipuzkoa Feminista, que pidió al Ayuntamiento que "no permita que el nombre de esta donostiarra ilustre sea también borrado de la memoria histórica de nuestra ciudad".
Las artistas Cabello y Carceller, que inauguraron el pasado viernes en Bilbao una exposición bajo el título Una voz para Erauso. Epílogo para un tiempo 'trans', remitieron una carta al Ayuntamiento de Donostia para solicitarle que, a tenor de la realidad del personaje que da nombre a la calle de Amara, la vía debería rebautizarse como Catalina/Antonio de Erauso.
Preguntado por los informadores, el alcalde, Eneko Goia, manifestó este martes que ha remitido la carta de las artistas al presidente de la comisión de Urbanismo, de la que depende la Ponencia de Calles del Ayuntamiento de Donostia. "Supongo que valorarán la petición en el marco oportuno", dijo Goia.
Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Donostia, Aitzole Araneta, la única persona transexual que ha sido candidata alcaldesa en las últimas elecciones municipales, mostró su acuerdo con la propuesta, que ella misma estaba valorando antes de hacerse pública por parte de las artistas.
Araneta recalcó que "no hay debate" en que Catalina de Erauso fue una persona que "voluntariamente" eligió ser hombre y como tal tuvo el reconocimiento del Papa y del rey en su época. Nació en Donostia y falleció en México en el siglo XVII.
La portavoz del Elkarrekin Donostia consideró que "se puede debatir" sobre la propuesta de que la calle sea Catalina/Antonio Erauso, Antonio Erauso u otras fórmulas posibles.
No osbtante, recalcó que, independientemente de que la calle de Amara pueda renombrarse en aras de la diversidad, su coalición defiende que el callejero donostiarra aumente el índice de nombres femeninos en las nuevas zonas, ya que, a pesar de que el criterio de adoptar denominaciones de mujeres para los nuevos espacios, actualmente solo el 7% de las vías urbanas de Donostia tienen nombre de mujer.
Por el contrario, la propuesta presentada por las creadoras de la exposición fue criticada durantemente por el colectivo Gipuzkoa Feminista, que pidió públicamente al Consistorio que considere "el respeto que se debe a esta mujer coetánea a las imposiciones de su tiempo". "¿Acaso una mujer que rompe con los estereotipos impuestos, que ha sido referente para muchas de nosotras a la hora de explorar campos que nos eran vetados, va a terminar convertida necesariamente en un hombre porque no se comportaba como de una mujer se espera?", pregunta el colectivo en un comunicado.
Asimismo, opina que la propuesta de las artistas "pretende hacer apología de sus teorías, utilizando a las medios de comunicación para crear polémica y poniendo en cuestión algo que de por sí no tendría mayor notoriedad si no fuera porque sirve a sus intereses particulares". Gipuzkoa Feminista añade: "¿Quién les otorga la potestad para decidir que esta mujer sentía rechazo a su cuerpo, cuando la realidad para una mujer con ganas de aventuras es que sencillamente lo tenía todo absolutamente prohibido?".