El alcalde de Donostia, Eneko Goia, manifestó este martes que los puestos del mercado de la Bretxa, actualmente en el subsuelo de la plaza, se trasladarán a la planta a ras de calle del edificio Pescadería "el 31 de enero de 2023 como muy tarde".
El traslado de las baserritarras a la fachada trasera del edificio Arkoak, frente a su actual ubicación, se producirá a la vez y, antes de ello, quedará despejada la plaza. Recientemente, han dado comienzo los trabajos para abrir una bajada al subterráneo junto a la calle Aldamar y cuando esté finalizada se podrá cerrar el acceso actual y derribar los módulos comerciales del centro del espacio, explicó el regidor.
Tras la puesta en marcha de los puestos del mercado en el edificio Pescadería se ocupará el resto del inmueble rehabilitado con el centro de salud de Osakidetza y el recinto deportivo del Ayuntamiento.
Así lo ha señalado Goia tras la Junta de Gobierno Local, en la que se han aprobado algunas modificaciones del contrato de concesión del conjunto de la Bretxa a la empresa Baika, que se hizo con las riendas del complejo. El acuerdo se ha tenido que modificar, dijo Goia, porque la primera concesión estaba a manos de una empresa y ahora lo está en manos de otra, sin incluir ni el ambulatorio ni la zona deportiva, lo que ha dado lugar a un proceso de cambio, ahora finalizado.
Las fechas de apertura se han ido retrasado, ya que primera concesionaria preveía inaugurar los cambios en verano de 2019.
Así, por ejemplo, en los últimos tiempos se han ampliado las obras que debe ejecutar la actual concesionaria en el edificio Pescadería, incluyendo también las zonas en las que se ubicarán el ambulatorio y la zona deportiva.
Las obras de habilitación del centro de salud, que contará con más servicios de los inicialmente previstos, comenzarán tras aprobarse el proyecto, algo que se espera que sea en breve, dijo el alcalde. Después, habrá que esperar en torno a 14 meses a que el ambulatorio se convierta en realidad.
Dado que es la gestora Baika la que tiene que ejecutar todos los trabajos interiores del edificio, incluidas las zonas no comerciales, el Ayuntamiento ha destinado otros cinco millones de euros para la empresa por las determinaciones económicas de la modificación del contrato de concesión y por los costes de redacción de la modificación de los proyectos. La suma que debe abonar el Ayuntamiento es pues superior a los 3,9 millones de euros calculados a finales del pasado año.
Además, ha quedado aprobada una ampliación del periodo de concesión de siete meses, por lo que terminará en marzo de 2049, como consecuencia de los16 meses de paralización de los trabajos (30 de julio de 2019 al 1 de diciembre de 2020) por la redacción del proyecto de rehabilitación interior del edificio.