donostia – Nueve meses son los que quedan por delante, a contar desde mañana, en los que el paseo de La Concha contará con un único carril de circulación que solo podrá ser utilizado por el transporte público, los taxis, las motos y los vehículos de emergencia.
El acceso al único carril utilizable se regulará mediante señalización semafórica con paso alternativo. El semáforo que permite o impide el acceso al paseo del tráfico autorizado en sentido al centro se ha colocado a la altura del túnel del Antiguo, mientras que el que regula la circulación en el sentido contrario lo hará a la altura de la subida a Miraconcha.
Durante nueve meses, los usuarios del vehículo privado que vienen utilizando este eje en sus desplazamientos deberán cambiar de hábitos y optar por los recorridos alternativos existentes y que se sugieren en distintos puntos de la ciudad.
Con el fin de contribuir a que los conductores vayan asumiendo la nueva realidad, en once puntos de la ciudad lucen carteles indicadores del corte, posibilitando de este modo que se pueda optar por rutas alternativas sin tener que llegar a la zona afectada.
Será complicado y probablemente generará inicialmente despistes y atascos pero, finalizadas las actuaciones planteadas, lo que se busca es un paseo de La Concha más amable y del que puedan disfrutar mejor tanto peatones como ciclistas.
Las intervenciones previas de señalización comenzaron hace ya una semana, aunque las afecciones de los pequeños cambios efectuados, como el estrechamiento a un solo carril de un tramo de las calles Zubieta y San Martin en el entorno de la plaza Zubieta, no se han dejado notar mucho.
convivencia
Mientras duren las obras, peatones y ciclistas podrán seguir disfrutando del paseo que es seña de identidad de la ciudad, aunque deberán acostumbrarse a algunos cambios.
A partir de mañana y durante tres meses aproximadamente, las bicicletas tendrán que circular por el antiguo bidegorri, el que se utilizaba antes de que el actual entrara en funcionamiento en junio de 2020, en un tramo del paseo en el que los peatones no se verán afectados.
A la altura del número 40 de Miraconcha y hasta el túnel que da la bienvenida a El Antiguo, peatones y ciclistas tendrán que convivir y respetarse en la acera, dado que las obras previstas exigen la ocupación del bidegorri en su totalidad.
Una vez se dé fin a esta primera etapa de las obras, se iniciará una segunda fase en la que se procederá a cambiar la barandilla del paseo. En esta fase la convivencia entre peatones y ciclistas ya no será necesaria, dado que los segundos podrán disfrutar del nuevo bidegorri y los paseantes utilizarán el antiguo.
En su momento, el Ayuntamiento de Donostia tomó la decisión de acometer las tres intervenciones previstas en la zona, que se rematarán con el definitivo cambio de sentido de las calles San Martín y Zubieta, de forma coordinada.
El cambio de sentido también afectará a otros ejes viarios como San Bartolomé, entre las calles Marina y Triunfo, y Arrasate.
El alcalde de Donostia, Eneko Goia, lo explicó así: "Pese a que son proyectos independientes, creemos que la mejor manera de poder ejecutarlos es sacándolos a licitación de forma conjunta, para que las obras se puedan desarrollar de forma continua y coordinada, ya que afectan al mismo entorno".
muro de costa y barandilla
Durante estos nueve meses se trabajará en la reparación y ampliación del muro de costa y la sustitución de la emblemática barandilla de La Concha, además de acometer la tercera fase de las obras del bidegorri y proceder a prolongar las tuberías de impulsión de Ibaeta.
La sustitución de la barandilla más internacional de Donostia, en el tramo que discurre entre la segunda escalera de acceso a la playa tras el túnel y el Eguzki, en torno a 152 metros, tendrá un coste de 1.080.000 euros, de los que el 50% será sufragado por el servicio de Costas del Estado.
El conjunto de las intervenciones requerirá de una inversión cercana a los tres millones de euros e incluye sumar al bidegorri el tramo mejorado que faltaba desde La Perla.
Serán, reconocen los representantes municipales, meses complicados. Lo señalaba la concejala de Tráfico, Pilar Arana, en el anuncio del inicio de obras. "Entendemos que va a suponer un impacto para los vehículos afectados, pero a mediolargo plazo supondrán una mejora para la ciudad" que, insistió, ganará en espacios para el disfrute peatonal.
A ello contribuirá, abundó la concejala de Proyectos y Obras, Duñike Agirrezabalaga, el que la acera del paseo de La Concha pase a contar con seis metros de anchura en la mayor parte de su recorrido.
En once puntos de la ciudad se colocarán señales avisando del corte para que los vehículos puedan optar por rutas alternativas
Se trabajará para completar el bidegorri, reponer la barandilla del paseo y cambiar el sentido de las calles Zubieta y San Martín