El pórtico de la Estación del Norte de Donostia se moverá unos cuatro metros hacia el puente de María Cristina con el fin de llevar a cabo la siguiente etapa de la obra de transformación de la parada ferroviaria para acoger el Tren de Alta Velocidad. Así lo ha anunciado este lunes Euskal Trenbide Sarea (ETS), que ha comenzado a preparar el desplazamiento de la columnata, que algunos denominan Puerta de Brandeburgo, para que se pueda continuar con la construcción del vestíbulo de la nueva estación.
ETS explica que ha optado por el traslado temporal, en lugar del desmontaje y la reconstrucción de la estructura, "por considerarlo garantista para la conservación del pórtico con su aspecto actual". El desplazamiento supondrá mover un conjunto construido de 150 toneladas. De cualquier modo, el pórtico ya fue desmontado y reconstruido entre el 2013 y 2017, durante las obras de la estación de autobuses subterránea, y en 1992, a causa de otros trabajos.
El pórtico, según ha explicado ETS, está soportado por una estructura interna de hormigón armado, lo que ha permitido llevar a cabo el plan de empuje del conjunto y evitar así un nuevo desmontaje. La columnata está protegida en el Plan Especial del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc) y la operación proyectada persigue preservar y proteger este elemento catalogado, mientras prosigue la nueva fase de la reforma de la estación. También la marquesina roja que cubre las vías, actualmente en proceso de restauración, está protegida.
El pórtico de la estación tiene cinco vanos. Las formas están construidas en hormigón mientras que los fustes de las pilastras muestran el aparejo de sillería. Aunque la estación se inauguró en 1865, el pórtico, con su reloj y su pasarela elevada (ahora desaparecida), se construyeron en 1905 para comunicar el puente de María Cristina con la entonces nueva plaza de toros situada en Atotxa.
El sistema de empuje que se llevará a cabo estos días se denomina ‘Heavy Lifting’ o gateo y deslizamiento y se utiliza habitualmente en obra civil para el desplazamiento de puentes o estructuras construidas fuera de su ubicación definitiva. Consiste en el izado del conjunto construido y su empuje mediante gatos o cilindros hidráulicos sobre un sistema de carriles dotados de pastillas de neopreno con superficie de teflón y patines fijados a la estructura.
Aunque el desplazamiento de la arcada no necesita mucho tiempo (puede ser de menos de una hora), el procedimiento completo requiere de, al menos, cuatro jornadas de trabajo para instalar el sistema (bases, carriles, apoyos de teflón, gatos, central hidráulica...); llevar a cabo la elevación sincronizada del pórtico mediante reacción de los gatos hidráulicos sobre las vigas; empuje escalonado del conjunto hasta su posición final; nuevo izado del pórtico y, finalmente, retirada del sistema de deslizamiento y descenso al suelo.
El pórtico del reloj, construido en 1905, aunque reformado después, listo para la operación de traslado.
La maniobra de desplazamiento está prevista para esta semana. En la actualidad se están ejecutando trabajos previos para reforzar el pórtico mediante la instalación de una estructura metálica exterior para su apeo y arriostramiento, así como el corte de la conexión de los pilares con la losa de apoyo.
El traslado temporal del pórtico de la estación se lleva a cabo ahora, cuando ha terminado la ejecución de los muros pantalla que cierran el recinto del futuro vestíbulo soterrado de la estación. Ahora toca comenzar la excavación del espacio del recibidor a cielo a abierto. Sin embargo, el pórtico de la estación ocupa parte del lugar que debe ser excavado.
En total, con la superficie que se horadará, más el espacio que ocupa la actual estación provisional, se alcanzarán los 7.400 metros cuadrados que tendrá el futuro vestíbulo soterrado. En él se integrará el nuevo paso inferior de Egia ampliado. El renovado pasadizo servirá tanto para pasar de Egia al Centro y viceversa como para la distribución de los viajeros de cercanías y larga distancia.