la retirada de restos de la naturaleza y de tapones en el cauce de los ríos y regatas forma parte de la labor de la agencia vasca del agua ura en donostia
La retirada de troncos caídos a los cauces fluviales así como la retirada de especies invasoras y la renaturalización de las riberas son algunas de las tareas que tiene encomendadas la Agencia Vasca del Agua, Ura, tanto para el río Urumea como para las distintas regatas que atraviesan el término municipal de Donostia, como la del Añorga o la de Igara.
Solo a lo largo de los dos pasados años, la entidad dependiente del Gobierno Vasco dedicó parte de su trabajo en la capital guipuzcoana a la eliminación manual de plantas como las llamativas Buddleja davidii y Cortaderia selloana, con coloridos racimos de flores en el primer caso y penachos pajizos en el segundo. Aunque estéticamente agradables a la vista, estas especies invasoras proliferan desde hace unos años y son dañinas para el ecosistema local, por lo que tuvieron que ser retiradas a mano tanto en Martutene como en Egia.
Además, Ura aplicó tratamientos para evitar que volvieran a salir en zonas como la del Urumea cercana a la clínica Quirón. Otras plantas invasoras como Arundo donax o japonia fallopia también han sido retiradas en distintos puntos de la capital guipuzcoana como Igara o Lore Toki. En este último punto, se llevó a cabo el desbroce de maleza en la regata, que se hallaba totalmente cerrada a causa de las zonas. En esta misma zona de la hípica también se llevó a cabo un proceso de renaturalización y muy cerca, en bajo el puente de los cuarteles de Loiola, se retiró un tapón que obstruía el fluir del agua.
La eliminación de arbolado seco en la zona de Txomin Enea, así como la plantación de otros ejemplares para dar sombra en la misma zona así como la extracción de ejemplares en la zona de Arraun también fueron tareas que se desarrollaron a lo largo de las últimas temporadas de la mano de la Agencia Vasca del Agua.
Las intervenciones de Ura en cauces donostiarras también se han llevado en la regata de Errekatxulo, en Belartza, donde se ha mantenido en condiciones de la charca para la ranita meridional. Asimismo, en la regata de Igara se eliminó la pequeña presa que impedía el remonte de la fauna piscícola, entre otras actuaciones.
Según el acuerdo alcanzado en 2015 entre el Ayuntamiento donostiarra y Ura para un periodo de cinco años, prorrogable de modo automático otros cinco, la Agencia Vasca del Agua está encargada de llevar a cabo la limpieza de los ríos y cauces, aunque no de los residuos urbanos que llegan a las aguas fluviales, según recalcaron fuentes de la entidad. Según aseguraron, la eliminación de los residuos sólidos urbanos, tanto de los ámbitos fluviales, como marítimo terrestres, son responsabilidad municipal.
Asimismo, negaron que Ura tenga responsabilidad alguna, según el convenio en vigor, en la limpieza de residuos urbanos como los depositados desde el pasado año en el cauce del Urumea, a su paso por el paseo de Árbol de Gernika y que han sido objeto de polémica en los últimos tiempos.
Estos enseres, desde retretes hasta jergones, pasando por bicicletas y otros restos de reformas del hogar, comenzaron a ser retirados el pasado miércoles por un equipo de limpieza encargado por el Ayuntamiento, tras un periodo de discrepancias sobre a qué institución le correspondería llevar a cabo la labor. Los trabajos, que solo se puede ejecutar con marea baja, durarán varios días, según las previsiones que maneja el Consistorio.
En concreto, según el convenio que firmaron ambas instituciones, Ura debe ocuparse de llevar a cabo actuaciones de recuperación ambiental así como del aseguramiento de la capacidad hidráulica. El Ayuntamiento, por su parte, debe retirar los residuos y mantener las infraestructuras municipales del río, entre otras tareas.