Donostia – El alcalde de Donostia, Eneko Goia, admitió ayer su "preocupación" por los últimos robos sucedidos en comercios y bares de distintas zonas de la ciudad así como por su incremento, aunque recalcó que Donostia "es una ciudad segura" y consideró que "no hay que magnificar la situación". Negocios del Centro, Parte Vieja, Gros y Egia, principalmente, han presentado en las últimas semanas denuncias por robos e intentos de robos, muchos de ellos con destrozos de cristales y persianas, y una sensación de miedo e inseguridad entre los afectados.
El mandatario donostiarra admitió que en lo que va de año la Guardia Municipal ha efectuado unas 90 detenciones, tal y como dieron a conocer recientemente fuerzas sindicales del cuerpo policial, pero recalcó que en muchos casos son las mismas personas las que resultan apresadas varias veces.
Son "reincidencias", dijo Goia, que añadió que si se producen varias detenciones a las mismas personas no es porque la policía no haga su trabajo. "La actuación policial está siendo adecuada", recalcó el alcalde. Asimismo, añadió que los arrestos repetidos son algo que "escapa de la actuación policial y pone el foco en el poder judicial", consideró el primer edil, que añadió que los jueces deberían poder "ofrecer respuestas" a la situación.
De cualquier modo, la cifra de 90 detenciones desde el 1 de enero, en un periodo cercano al mes y medio, puede considerarse una cifra importante si se tiene que cuenta que a lo largo de todo el pasado año se registraron 700 por parte de la Guardia Municipal y de la Ertzaintza. La cifra, además, supone 40% más que los arrestos anuales producidos en Donostia antes de la pandemia.
"no magnificar"
Por otra parte, el alcalde pidió no "magnificar" la situación porque "ésta es una ciudad segura". A pesar de ello manifestó que "hay que seguir trabajando" porque la cuestión merece atención.
En los últimos tiempos, los robos, hurtos e inseguridad han preocupado no solo a las tiendas y bares sino también a ciudadanos en general de zonas concretas como las inmediaciones de las estaciones de Atotxa. Por ejemplo, el pasado mes de noviembre, los vecinos de la plaza Blas de Otero, junto a la torre de Atotxa, celebraron movilizaciones para protestar por la situación de inseguridad provocadas por grupos de jóvenes que merodeaban por la zona y proferían amenazas, además ejecutar hurtos y robos. Reclamaron mayor presencia policial e iluminación.