Intxaurrondo Zaharra será el nuevo barrio donostiarra que se quede sin entidades bancarias en los próximos días, según la denuncia hecha pública por la asociación de vecinos IZBE. La entidad lamentó la situación que conlleva para los vecinos, especialmente para los de mayor edad, que tendrán que tomar un autobús para ser atendidos en persona en otro barrio.
En unos años, la desaparición de oficinas de atención personal por parte de las entidades bancarias ha sido una constante, tanto en Donostia como en otras localidades. Uno de los primeros barrios donostiarras afectados por la situación fue Herrera.
Recientemente, fue Bidebieta el que se quedó sin ningún banco, por lo que sus habitantes tienen que acudir a Trintxerpe o lugares más lejanos. El Ayuntamiento de Donostia, tras la recogida de firmas vecinales, pidió a Kutxabank que no cerrase la oficina, pero no hubo una respuesta positiva. La entidad bancaria ofreció una sesión de formación en el Hogar del Jubilado para enseñar a los mayores el manejo de web, una iniciativa que nació con la intención de repetirse en otros lugares.
En Intxaurrondo Zaharra, tras el cierre de las oficinas de Caixa y Caja Laboral, Kutxabank anuncia ahora que clausurará su sede de atención a los clientes y que el día 13 de abril será el último día de apertura.
La nota informativa colocada en la oficina invita a los clientes de la entidad a acudir a la oficina de la Gran Vía, en el barrio de Gros.
"Hay que tener en cuenta que un porcentaje importante de la población, a partir de cierta edad, no está capacitada para utilizar el servicio a través de internet, ya tienen suficientes problemas para utilizar el cajero automático!", se queja Izbe que, además, añade que en el caso de Intxaurrondo Zaharra, esta última opción, "al menos hasta ahora, tampoco nos la han dejado".
Asimismo, la entidad añade: "Los bancos están a nuestro servicio; nos guardan nuestro dinero y nos hacen pagar todo tipo de comisiones por ese servicio. El servicio, en cambio, cada vez es más deficiente".
La asociación vecinal también critica a las instituciones. "Siendo un servicio de uso obligado para la ciudadanía, deberían haber intervenido para dar una solución a nuestras necesidades. En ningún caso estamos hablando de empresas con problemas económicos, ya que sus beneficios están aumentando cada año. ¡Todo eso con nuestro dinero!", se queja. La entidad rechaza que "a partir de ahora en un barrio de Donostia, para tener un servicio básico sobre todo para las personas mayores, será obligatorio coger un autobús si no quieren depender de otra persona ya sea de su confianza o no".