La celebración de la víspera de San Juan, con la tradicional esku-dantza de las autoridades y la quema del árbol en mitad de la plaza de la Constitución, se suspenderá este año, según informó Donostiako Festak, que el pasado año sí organizó un acto adecuado a las circunstancias de la pandemia.
En concreto, en 2020 se cerró la plaza de la Constitución para celebrar un acto simbólico, que en esta ocasión no tendrá lugar. Tampoco se autorizarán hogueras en los diferentes barrios de la ciudad, una decisión que se adoptó también el pasado año, aunque surgieron algunos fuegos en las playas y otros rincones.
Donostiako Festak explicó que la suspensión total de los actos se ha adoptado a causa de la situación sanitaria, "la responsabilidad institucional y el cuidado del bien común".
La entidad organizadora de las fiestas de Donostia recalcó que la cancelación de todas las actividades relacionadas con la fiesta de San Juan es "coherente" con las tomadas en otros municipios guipuzcoanos como Hernani, Andoain, Irun, Eibar, Arrasate o Tolosa. En estas localidades, además, San Juan es una de las fiestas más importantes, según recordó Donostiako Festak.
El acto que se celebró el pasado año en la plaza de la Constitución fue un espectáculo que se limitó a un público de 120 personas, que tuvieron que estar sentadas. Actuó el Orfeón Donostiarra, la banda municipal de txistularis y dantzaris de Goizaldi, Arkaitz, Eskola, Gero Axular, Kresala y Trebeska, que bailaron la soka-dantza.
Habitualmente, dantzaris y concejales bailan alrededor del árbol de San Juan, que después se prende en medio del público que se agolpa alrededor.