Donostia – La entrega de los trajes para tomar parte en la Tamborrada Infantil, en esta ocasión dividida en cinco columnas, disipó ayer las dudas que han aquejado a alumnos, alumnas y familias de los centros escolares donostiarras, que hasta el pasado viernes no supieron con seguridad que el tradicional desfile se celebraría, aunque fuese de modo diferente al habitual.
Garazi Mokoroa, de siete años y estudiante de Herri Ametsa Ikastola, se mostraba feliz en la tarde de ayer tras recoger el traje de cantinera, que es el personaje que más le gusta. "Me hace mucha ilusión salir en la Tamborrada de cantinera", dice la alumna de segundo curso de Primaria, que siente pena porque a dos de sus amigas el sorteo no les permitido salir en la fiesta infantil y en quinto curso, cuando puedan volver a participar, ya serán mayores para encarnar el papel de cantinera.
Tamborrada infantil: compañías y recorrido
A causa de la pandemia del covid, los escolares no pudieron acompañar a sus familias a recoger los trajes, como otras veces, y solo un padre o madre podía hacerse con la vestimenta antes de enseñárselas a quienes la vestirán.
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En el caso de Orixe Ikastola, de Urgull, el centro dio hora a cada alumno participante en la Tamborrada para recoger los uniformes con orden y sin peligro de contagio. Entre todos los que tenían que hacerse con el uniforme se encontraba la Tambor Mayor del desfile escolar de 2022, Lorea Arriet Arrazola, que pudo finalmente hacerse con la ropa que llevará el día en el que tomará el mando de la Tamborrada Infantil.