Tras dos años de ausencia, los Carnavales llegaron en la tarde de este Jueves Gordo a Donostia. El Dios Momo y su séquito hicieron su aparición en la plaza de la Constitución, con alegres y vistosos trajes, y acompañados de una txaranga y numeroso público, que no quiso perderse la recuperación de la fiesta.
Tras recorrer distintas calles de la Parte Vieja en su coche amarillo, el animado cortejo accedió al hotel María Cristina, donde recibió las llaves de la ciudad, símbolo de que estos días es Momo quien tiene el mando y ordena pasárselo bien.
Hasta el lunes, quedan cuatro días de festejos, con los desfiles del fin de semana (por el Centro y Gros tanto el sábado como el domingo).
Además, en la noche de este viernes, Illunbe será escenario de la tradicional presentación de las comparsas, donde cada una muestra sus trajes y coreografías, antes de darlas a conocer al público de los desfiles tanto de este fin de semana como del siguiente.