donostia – La obra de la plaza Arteleku, que será el espacio de estancia central del nuevo barrio de Txomin, tendrá que esperar a convertirse en realidad. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia prevé aprobar hoy la suspensión del contrato de obras, adjudicado en octubre a la empresa Campezo Obras y Servicios por "falta de consolidación de la parcela".
Así pues, la nueva plaza que podría ser realidad a finales de este año o principios de 2022, según los últimos planes municipales, será realidad, como pronto, en verano. A pesar de que la obra prevista, de cinco meses y medio de duración, debería estar empezando, los servicios técnicos municipales han aconsejado esperar a que el terreno esté bien afianzado.
Como se recordará, todo el barrio nuevo de Txomin está construido sobre una nueva plataforma situada a más de tres metros de altura sobre el antiguo suelo de la zona. La elevación del terreno fue decidida dentro del plan para evitar las inundaciones, que aquejaban al antiguo barrio con asiduidad. Así pues, construir un barrio más elevado, encauzar el río y crear un parque fluvial inundable han sido los fundamentos para garantizar que la subida de las aguas no afecte a las nuevas viviendas.
Mientras en las zonas ocupadas por edificios de viviendas el terreno ha ido asentándose, no ha pasado lo mismo en los 4.000 metros centrales que acogerán la futura plaza Arteleku. Según explica el dictamen que aprobará hoy el Gobierno municipal, el departamento de Proyectos y Obras ha llevado a cabo un trabajo de seguimiento del comportamiento del terreno, compuesto de rellenos de obras. Para ello, se puso en marcha un "talud de prueba monitorizado, con el animo de conocer el estado de consolidación de la parcela y los materiales subyacentes".
"El estudio –explica– deduce que la parcela está prácticamente consolidada, aunque no se ha detenido el proceso por completo". Por ello, los técnicos recomiendan "aumentar un par de meses la consolidación del terreno para asegurar unos parámetros correctos del estado de consolidación del terreno, aumentado así el grado de fiabilidad del comportamiento de los materiales".
El parón en la ejecución de la plaza Arteleku, que se convertirá en una de las mayores de Donostia, no es el único que ha afectado a este espacio. El diseño del enclave central del barrio se decidió tras un concurso de ideas, al que se presentaron catorce propuestas. Fue seleccionada la del arquitecto Joaquim Mulà, pero fue retocada con para introducir aportaciones vecinales, lo que atrasó un tiempo la confección del diseño final.
En febrero pasado, finalmente, pudo salir a concurso la ejecución de la obra, por un montante de 1,7 millones de euros, pero al mes siguiente se suspendió el proceso ya que se detectó que en la licitación no había sido incluida una cubierta para juegos infantiles, decidida en el proceso participativo y con un valor económico de 31.700 euros.
El detalle obligó a repetir el proceso y finalmente en marzo volvió a salir a licitación y se adjudicó en octubre, con un plazo de obras de cinco meses y medio, que ahora se desconoce cuándo podrá empezar a correr.
La futura plaza Arteleku está dividida en dos partes. Una se situará junto a la carretera interior y tendrá un espacio para actos festivos, chorros de agua para decorar y refrescar en verano, juegos infantiles con cubierta para los días de lluvia, jardines y arbolado. La segunda zona de la plaza, más cercana al parque fluvial y al convento de Kristobaldegi, será más vegetal y estará más elevada, de modo que se podrá contemplar el río.