El aterrizaje de la cadena Hilton en Donostia y su localización en el Bellas Artes ha sido criticada por todos los grupos de la oposición en el Ayuntamiento, así como por la asociación de Defensa del Patrimonio Áncora.
Su portavoz, Alberto Fernández d´Arlás, ha asegurado que la instalación confirmada del hotel es "el síntoma de una apuesta clarisíma por destruir elementos patrimoniales". "Era un equipamiento cultural singularísimo y la situación resume la dinámica de esta legislatura", ha señalado el portavoz de la entidad, una asociación que tiene recurrida la licencia derribo interior del inmueble, que otorgó el Consistorio.
El principal partido de la oposición, EH Bildu, ha manifestado en un comunicado que, con el futuro alojamiento, la ciudad sumará uno más "a los más de 45 nuevos hoteles que se han abierto en la ciudad desde que Eneko Goia es alcalde". "Sin duda, la avalancha hotelera formará parte del legado de su alcaldía", ha añadido.
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La coalición liderada por Reyes Carrere ha destacado que el anunció de que la cadena Hilton se instalará en el Bellas Artes llega después de que el Ejecutivo local "afirmara que la ciudad había llegado a un punto de saturación de alojamientos turísticos y que no iba a permitir más hoteles".
"No hay que olvidar que el Bellas Artes era un edificio protegido por su indudable valor simbólico para los y las donostiarras", ha dicho EH Bildu, que ha considerado que la transformación de inmueble en hotel de lujo "privativo para una élite, sin ningún uso público, no deja de ser también un ejemplo paradójico de la dirección que ha tomado la ciudad".
Por su parte, el portavoz del PP, Borja Corominas, también ha criticado que el viejo cinematógrafo acoja un hotel. "Es un pena que esto suceda en plena moratoria hotelera declarada por el propio gobierno PNV-PSE, en la que se han permitido dos hoteles de lujo y un albergue para jóvenes que, con 221 camas , tiene en jaque a todo el barrio de Pakea", manifestó el concejal del PP. Asimismo, dijo que "así actúa el gobierno de esta ciudad, que hace y deshace a su antojo".
Según añadió, "había usos alternativos para el Bellas Artes y así lo hemos propuesto, pero han dicho que no querían dedicarlo a actividad cultural porque supondría mucho gasto para las arcas municipales". "No piensan lo mismo sobre el edificio de la subdelegación del gobierno de Pío XII –añadió– al que han echado el ojo y quieren adquirir para convertirlo en una casa de cultura".
Tampoco vio con buenos ojos la apertura del hotel la coalición Elkarrekin Donostia. Su portavoz, Aitzole Araneta, de Podemos, manifestó que "podía haber sido un equipamiento cultural espectacular que hubiera beneficiado a toda la ciudad si se hubiera restaurado". "En lugar de eso tendremos un hotel al que irá solo un pequeño porcentaje de población que lo pueda pagar y cuyos beneficios en su mayoría acabarán fuera de Donostia". Araneta añadió que "gracias al gobierno municipal, el patrimonio de esta ciudad sirve para que unos inversores ganen mucho dinero sin que tenga ningun retorno para los donostiarras".