El Pleno del Ayuntamiento de Donostia ha dado este jueves su aprobación a las nuevas tasas, impuestos y precios públicos municipales para el año próximo, que se congelarán en su mayoría. Solo el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y las tasas de la OTA, la grúa y algunas ocupaciones de espacio público, como los vados, subirán un 1,5%.
La mayoría absoluta de la que goza el Gobierno municipal PNV-PSE ha permitido aprobar tal cual la tabla tarifaria que ya había sido refrendada en la última comisión de Hacienda. Solo ha habido un cambio: a propuesta del PP y con el voto unánime de toda la Corporación, el Pleno ha aprobado retirar la exención del pago de la tasa de saneamiento a la empresa Telefónica. Todas las demás enmiendas y propuestas normativas de la oposición han quedado rechazadas.
También ha sido ratificado el aumento de la bonificación del IBI a las viviendas que usen energías renovables, que antes contaban con un 10% descuento en el impuesto y ahora tendrán el 35%, tras el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo de Goia y EH Bildu, como se avanzó en la comisión de Hacienda. Finalmente, el PP no se ha unido a la transacción.
Además, el acuerdo añade que podrán beneficiarse de esta bonificación aquellas viviendas con un valor catastral máximo de 350.000 euros. Hasta ahora el descuento era para las de un máximo de 250.000 euros.
El concejal de Hacienda y Finanzas, Kerman Orbegozo, ha defendido que la congelación de la mayoría de tasas e impuestos municipales “tiene como objetivo de seguir promoviendo la reactivación económica” y ha añadido que los aumentos logrados con las cinco subidas suponen recaudar 1,15 millones de euros más.
“Buscamos mantener los niveles recaudatorios con los que poder hacer frente a los gastos por la prestación de los diferentes servicios públicos”, ha señalado el responsable de las finanzas municipales, que ha agregado que la guerra en Ucrania ha echado por tierra las buenas perspectivas que parecían avecinarse en febrero pasado, cuando mejoró la situación sanitaria.
La concejala socialista Ane Oyarbide se ha expresado en términos similares. “El objetivo es beneficiar a la ciudadanía ya que somos plenamente conscientes del invierno que viene y de ahí la propuesta del gobierno”, ha recalcado.
Entre los grupos de la oposición, las opiniones han sido totalmente opuestas. El concejal Zigor Etxeburua, de EH Bildu, ha defendido una fiscalidad diferente en función de los ingresos familiares para algunos tributos. “No es justo pedir los mismos esfuerzos a quienes están en posición económica antagónica”, ha dicho, para pedir distintos incrementos en el precio del agua o de la recogida de la residuos, según la renta, algo que ha sido rechazado por la mayoría.
Lo mismo ha sucedido con la petición de la coalición soberanista para aumentar el recargo del IBI a las viviendas vacías del 100% actual al 150% que, como máximo, permite la ley.
El portavoz del PP, Borja Corominas, ha sido muy crítico con la propuesta del Gobierno municipal y ha señalado que en el Ayuntamiento de Bilbao, gobernado por la misma coalición PNV-PSE, se han congelado todas las tasas e impuestos municipales para 2023, al igual que sucedió para 2022 y 2021.
La portavoz de Elkarrekin Donostia, Aitzole Araneta, por su parte, también ha hecho hincapié en evitar subir impuestos a las familias desfavorecidas y ha solicitado un descenso del 0,5% en la tasa de basuras para ellas, que se compensaría, entre otras medidas, con el incremento de recargo del IBI a las viviendas vacías, aunque sus propuestas tampoco han sido aprobadas.