La obras de la estación de Renfe en Herrera para convertirse en totalmente accesible han retrasado varios meses su finalización, prevista inicialmente para la pasada primavera. La reforma del proyecto para mantener el antiguo roble ubicado en la ladera del apeadero, como exigieron vecinos y ecologistas, así como otros cambios menores, que deben ser aprobados por el Ministerio de Transportes, han alargado los plazos de la obra, inicialmente fijado en 14 meses.
Fuentes de Renfe explicaron a NOTICIAS DE GIPUZKOA que los trabajos podrían terminar a finales de este año o principios del siguiente. Asimismo, aseguraron que la actuación no se ha interrumpido y se va ejecutando en distintas zonas de renovada estación.
La obra sufrirá un incremento de costes, aún indeterminado. Fue adjudicada por más de 2,2 millones de euros y comenzó en marzo de 2021 con el objetivo principal de convertir este apeadero, muy utilizado, en totalmente accesible y cumplir con todas las normas de accesibilidad de Adif y de la Comunidad Autónoma Vasca.
La estación de Herrera data de 1932 y cuenta con casi 6 millones de usuarios al año. Por ella pasan a diario 78 trenes.
El proyecto contempla que los dos andenes se recrecerán de modo que queden más cerca de las puertas de los trenes y las personas en sillas de ruedas puedan acceder a ellos, al menos por el vagón que quede al ras de la estación en el futuro.
La obra incluye también la construcción de dos nuevos refugios para los viajeros y así como de una rampa de acceso al edificio de pasajeros del andén 2, el situado en el lado de la avenida del Alcalde José Elosegi.
La reformada estación creará también nuevas escaleras entre el paso inferior y los andenes. Además, este pasadizo se acortará, lo que permitirá que la zona esté mejor iluminada.
El anunció de que el roble que se sitúa en el terraplén de la estación se iba a talar para llevar a cabo el proyecto levantó las quejas de vecinos de Herrera y colectivos ecologistas nada más comenzar los trabajos.
Tras las protestas, los responsables del proyecto aseguraron analizarían la posibilidad de salvarlo, aunque no lo veían fácil. Sin embargo, a pesar de ello, las previsiones técnicas se han alterado precisamente para mantener en pie el ejemplar, de que tiene entre 50 y 60 años y es una imagen característica de la estación para muchos herreratarras.
Esta misma semana, Herrera ha acogido la puesta en funcionamiento de una nueva estación de bicicletas públicas de Dbizi, junto a la estación del Topo y la líneas de autobuses en uno de los centros de mayor intermodalidad de Donostia.
Esta semana, Herrera ha acogido la instalación de una nueva estación de bicicletas públicas de Dbizi, junto a la estación del Topo y los autobuses, en uno de los puntos de mayor intermodalidad de Donostia