Aunque entre los concejales donostiarras que saben que dejarán el escaño antes de las elecciones hay cinco de la oposición y cinco del gobierno, entre estos últimos hay cuatro pesos pesados, que llevan tiempo al frente de sus respectivas responsabilidades, tras haber pasado muchos años en el Ayuntamiento.
Este es el caso, por ejemplo, de los socialistas Duñike Agirrezabalaga y Miguel Angel Díez y de las jeltzales Aitziber San Román y Pilar Arana. Agirrezabalaga, abogada de profesión, lleva desde hace veinte años como concejala en dos etapas. Entre 2003 y 2011 estuvo representando a Ezker Batua y, de 2015 a 2023, al PSE. Pero antes, trabajó también en el Consistorio donostiarra como asesora del que fuera edil Antton Karrera, de Ezker Batua, por lo que su adiós a la institución deja atrás 28 años de relación, con entradas y salidas.
En este tiempo, recuerda, ha estado al frente de un largo listado de responsabilidades: Movilidad Vertical, Participación, Igualdad, Cooperación, Diversidad, Educación, Juventud y Proyectos y Obras. “Ha sido una experiencia muy positiva y enriquecedora en ámbitos que a veces son complicados y hay que aprender”, señala la corporativa, que dice adiós a la Administración donostiarra “tranquila”, con la sensación de haber hecho bien su trabajo y de haber aprendido mucho en el proceso. La relación con los trabajadores municipales y también con algunos informadores se quedará en su recuerdo, según recalca.
Ahora se enfrenta a las elecciones municipales en su localidad, Zumaia, así como a las Juntas Generales por la demarcación de Deba Urola. Reconoce que en política “hay ciclos” y que ella inicia ahora uno nuevo, con ganas de mirar al futuro y con optimismo.
También ha estado 17 años en el Consistorio donostiarra la actual responsable de Acción Social, Aitziber San Román, que, tal y como señaló en una reciente entrevista en este periódico, siente “pena, emoción y también alivio” al acercarse el momento de dejar el Consistorio. En el último Pleno tomó la palabra para expresarlo con cariño a su compañeros, antes de volver a su tarea de profesora de euskera, sin dejar la política.
Su compañera, la jeltzale Pilar Arana, que ha estado al frente de la delegación de Movilidad en las dos legislaturas lideradas por Eneko Goia, también se despide del Ayuntamiento, en esta ocasión, para volver a su puesto anterior como profesora de la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa en la UPV.
Arana, que se ha ocupado de una de las áreas municipales que provoca una mayor presión ciudadana, reconoce que “no ha sido una concejalía fácil”. Se marcha, dice, con la sensación de “haber trabajado duro por la ciudad”. “Han sido años muy intensos en los que he tenido la oportunidad de compartir muchas experiencias y vivencias, de las que he sacado un gran aprendizaje”, recalca.
El socialista Miguel Angel Díez Bustos, con 67 años y 49 de cotización, se va directo a la jubilación tras los últimos 14 en el Consistorio. El edil, al frente de Mantenimiento Urbano, confiesa que ha disfrutado de su tarea y “creado un clima de amistad con muchas personas y con los maravillosos técnicos que hay en este Ayuntamiento, siempre dispuestos a ayudarte y colaborar”.
Casado y con dos hijos y tres nietos, dice sentirse “donostiarra y de León, de la Real Sociedad y altzatarra” y le ha encantado “el servicio a mi ciudad”. Ahora, se dedicará a viajar, y a colaborar con el club deportivo Sporting de Herrera y ejercer como secretario general de la agrupación socialista de Altza.