El desmontaje de los elementos decorativos modernistas de la entrada al edificio de Prim 10 provoca críticas del PP y Elkarrekin Donostia mientras que el Gobierno local antepone la Ley de Accesibilidad.
Accesibilidad o conservación del patrimonio artístico de los edificios. El dilema que afecta a los portales más característicos de Donostia fue ayer objeto de debate en la comisión de Pleno de Servicios de las Personas a consecuencia de las iniciativas presentadas tanto por Elkarrekin Donostia como por el PP en relación con la entrada modernista de la calle Prim 10, en el edificio que está siendo transformado en 17 pisos de lujo, cuyas vidrieras y otros elementos decorativos han sido desmontados.
El portal fue proyectado por el maestro de obras Pedro de Arístegui en 1905. Cuenta con vidrieras florales y otros ornamentos originales, algunos pintados a mano, que lo hacen merecedor de protección en el Plan Especial de Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc). También sus techos cuentan con ornamentos de yeso, que se han retirado.
Los grupos de la oposición criticaron ayer que este portal haya sido desmontado y recalcaron que la ficha del Peppuc dice que debe mantenerse "sin modificaciones", por lo que lo consideraron una infracción la situación actual.
La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, respondió a las críticas señalando que, a pesar de los valores patrimoniales del portal, prevalece el cumplimiento de la ley de accesibilidad, que busca permitir que todas las personas puedan atravesar el acceso. Así, recalcó que, una vez terminada la obra, las vidrieras de valor, ahora almacenadas y en proceso de restauración por parte de la empresa Coloré, volverán a colocarse y el interior del portal retomará su antiguo aspecto.
Además, defendió la necesidad de desmontar los elementos artísticos del portal porque "resultaría muy peligroso mantenerlos durante la obra". Hasta el momento, "no se ha producido ningún destrozo", dijo, y las piezas del portal "han sido cuidadosamente desmontadas, almacenadas y están siendo restauradas, por lo que no cabe ninguna sanción".
No obstante, una vez terminadas las obras del edificio, la entrada no será idéntica a la original ya que deberá ser modificada con el fin de poder ofrecer una entrada accesible a todas las personas al edificio.
Arzallus recordó que el portal de la plaza Lapurdi, también conocida como la Casa de los Solteros, fue reformado para permitir la accesibilidad de sus vecinos. "¿Han visto cómo ha quedado el portal de la casa de los Solteros?", dijo Arzallus en alusión a la reforma realizada en el lugar, donde se eliminó un escalón para favorecer la instalación de un elevador, aunque se rehizo el portal de modo que el cambio quedó disimulado.
En el caso de Prim 10 también habrá que llevar a cabo algún tipo de solución técnica para favorecer la accesibilidad porque el portal tiene dos alturas. Lo mismo sucede con otro zaguán histórico, en la calle Easo 47, que también se reformará por el mismo motivo, algo que ha criticado también la asociación de defensa del patrimonio Áncora, que dio a conocer recientemente este proyecto. Esta entidad recordó, además, que solicitó al Ayuntamiento la protección de 432 portales donostiarras, aunque no consiguió su propósito.
Las respuestas de Arzallus en la comisión parecieron no convencer al PP ni a Elkarrekin Donostia. La concejala de esta última formación Haizea Garay recalcó que el Peppuc señalaba que no podía haber modificaciones, a lo que la delegada del PNV respondió que el mismo Peppuc prevé "excepciones" para casos de accesibilidad. Garay declaró entonces que la ficha del Peppuc no dice que no puede haber las modificaciones.