Donostia – Vecinos y trabajadores del entorno de la plaza Blas de Otero, junto a la torre de Atotxa, en Egia, han hecho público estos días su malestar por el aumento de la delincuencia en su zona y por los problemas de convivencia derivados del comportamiento de algunos jóvenes extranjeros que pasan el día en la zona.
Las continuas situaciones de "provocación" por parte de algunos de estos jóvenes llevaron incluso a que la Ertzaintza acompañase a su casa en la noche del pasado fin de semana a dos jóvenes hosteleros de la plaza, que temían por su integridad tras haberse enfrentado con uno de los jóvenes, que estuvo moviendo las sillas y mesas de la terraza con ánimo de generar problemas y esperando al cierre del local, según el testimonio del hostelero. "Llevamos un año peleando, llamando continuamente a la Guardia Municipal y la Ertzaintza, pero no se puede hacer nada", se quejaba a este periódico uno de los afectados, que criticaba la situación. "Están muy pasados de disolvente o de alcohol... Les vemos cómo traen maletas robadas, por ejemplo, o móviles que han sustraído en la zona de la estación". "Han roto la pescadería, a un vecino le han robado a punta de navaja, han provocado líos en Eroski, en la frutería...", enumera el joven hostelero, que recuerda que recientemente en el camino de Mundaiz, "donde viven en una casa ocupada, uno le dio un navajazo a otro".
Por su parte, fuentes municipales admitieron ayer que el incremento de delincuencia en las inmediaciones de la plaza Blas de Otero y Tabakalera es una realidad. "Entre la Guardia Municipal y la Ertzaintza se siguen planificando los dispositivos para que pasen de modo habitual por la zona de manera preventiva", explicaron a este diario.