Operarios encargados por el Ayuntamiento de Donostia han retirado más de siete toneladas de basura del lecho del río Urumea, entre los puentes de Mundaiz y María Cristina, para lo que han sido necesarias ocho jornadas de trabajo.
Entre los 7.280 kilos de residuos que reposaban bajo el agua procedentes de domicilios y restos de obras se han sacado microondas, tablas de planchar, bicicletas, sillas de ruedas, retretes, sombrillas y una caja registradora, entre otros enseres.
Los trabajos se han llevado a cabo durante la bajamar y en ella han tomado parte tres operarios dentro del agua además de otros dos situados en los puentes.
La concejala de Ecología, Marisol Garmendia, manifestó este miércoles que "es increíble que haya gente que utilice el río como vertedero, sin conciencia medioambiental alguna, en lugar de llevar los residuos al lugar correspondiente".
La retirada de los residuos comenzó el pasado 16 de marzo, después de que a principios de año el colectivo Eguzki anunciase públicamente la existencia de un gran número de residuos bajo el agua.
La reclamación del colectivo ecologista para que se eliminasen estos restos chocó con las dudas de la administración, ya que el Ayuntamiento consideraba que no le correspondía a él en exclusiva la limpieza del fondo del río.
El PP se ofreció primero a pagar de su bolsillo la operación y más tarde los concejales Borja Corominas y Jorge Mota bajaron incluso al agua y sacaron algunos objetos para llamar la atención sobre la situación.
Finalmente, el Ayuntamiento encargó a una empresa la limpieza del río por medio de un contrato menor. El concejal de Mantenimiento Urbano, Miguel Angel Díez, explicó que la situación se había retrasado porque hacía falta "una tramitación, una necesidad de disponibidad económica, contratación... y, enfin, trámites".
Por otra parte, y pesar de que el Ayuntamiento señaló que se desconocía de dónde procedía la basura lanzada al agua y que podía haber llegado con las riadas, el buzo donostiarra Imanol Gómez aseguró a este periódico que una persona en concreto era la responsable de tirar al agua numerosos enseres procedentes de reformar de casas, que deberían haberse llevado al vertedero.
Además, este ciudadano aseguró que el infractor fue visto en varias ocasiones deshaciéndose de material de obra y que el Ayuntamiento fue alertado de la situación, sin consecuencias. Se desconoce si esta fue la única persona que contribuyó a crear este vertedero ilegal o era usado por varias.