Donostia – La construcción de un ascensor público en Alaialde, Egia, dio ayer un nuevo paso adelante con la aprobación por parte de la Junta de Gobierno local del expediente de contratación, lo que supone que la obra sale a concurso y tendrá que estar encargada en los próximos meses.
El proyecto tiene un coste de 389.715 euros y, una vez que comience, deberá ser ejecutado un plazo de seis meses. No obstante, como primero es necesario adjudicar la actuación a una empresa, la puesta en marcha del ascensor no llegará antes de un año.
El alcalde, Eneko Goia, recordó ayer que la instalación de este ascensor público irá acompañado de otras actuaciones relacionadas con la accesibilidad para los once portales de seis edificios de Alaialde.
Además del propio elevador se construirá una pasarela de acceso a la parada superior y una nueva rampa para conectar con los portales 4 y 6 de la calle.
La puesta en marcha de un elevador para los vecinos es una reclamación antigua de los residentes en esta zona alta de Egia, incluidas también las calles Itsasalde, Alaiondo, Konkorronea, Iradiene, Kapitañene, Baztan y otras. En 2017 residentes en este entorno reunieron un millar de firmas para reclamar el elevador.
A las tradicionales demoras en las obras previstas se unió en esta ocasión la pandemia, que dejó en suspenso inversiones previstas, como ésta, cuya ejecución estaba proyectada para el año 2020.
Finalmente, la obra ha sido incluida en el presupuesto de este año y sale ahora a concurso. El ascensor se ubicará en una estructura que se asentará entre los portales 3 y 5 de Alaialde. El armazón del elevador tendrá una parte inferior de hormigón entre las dos primeras paradas. Sin embargo, en la parte superior será de vidrio.
La puesta en marcha del elevador se completará con la nueva zona de estancia de Alaialde, que salió a concurso el pasado año, y que contará con zonas de juego para niños y de ejercicios para mayores.
La instalación de ascensores para salvar las barreras arquitectónicas de algunas zonas de la ciudad se basa en el estudio sobre puntos negros de tránsito peatonal realizado en 2017 por la firma Ingartek para el Ayuntamiento. El trabajo señaló 56 lugares donde la accesibilidad de todos los ciudadanos no está garantizada y propone soluciones por medio de elevadores, rampas o escaleras mecánicas.
Otra zona de la ciudad para la que ya hay planes de movilidad aprobados es la que une la calle Escolta Real con el Seminario, en El Antiguo, con un desnivel total de 52 metros. Un conjunto de cuatro elevadores permitirá dirigirse de una a otra zona en el futuro. Por ahora está aprobado el proyecto para conectar los números 26-28 de Escolta Real con el paseo de Hériz 21, salvando una altura de 19 metros.
Por otra parte, la Junta de Gobierno Local sacó también ayer a concurso la colocación de instalaciones solares fotovoltaicas en siete edificios de propiedad municipal de Donostia, con un presupuesto de 330.384 euros.
Los inmuebles en los que se instalarán son Zuhaizti Aldakonea (con un pico de kilowatios de 66,6 para autoconsumo); Orixe Urgull Ikastetxea, con 15; Amara Berri Salaberria, con 27,9; Igeldo Ikastetxea, con 18; y el edificio de las Brigadas en Igara, con 15.
También se instalarán placas solares en Aiete Ikastetxea y en el edificio municipal de la calle Urdaneta, ambos con 36 kilowatios de potencia.