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La preocupación por el acceso a la vivienda y los precios de los alquileres es una cuestión que viene de largo en Donostia. Esta mañana, el Ayuntamiento de Donostia ha dado un paso en un intento de regular y limitar esos precios: la Junta de Gobierno Local, atendiendo al mandato del pleno, ha aprobado solicitar al Gobierno Vasco que la capital guipuzcoana, en su totalidad, sea declarada zona de mercado residencial tensionado.
Sin embargo, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, se ha mostrado escéptico. Cree que este paso contribuirá pero no solucionará el problema de acceso a la vivienda que tiene la capital guipuzcoana y que viene de largo. "Donostia lleva arrastrando el problema de la vivienda desde que yo tengo uso de razón", asegura Goia quien cree que "la respuesta por ley es una respuesta muy simple". El alcalde de Donostia considera que "un problema tan complejo como el de la vivienda, difícilmente se soluciona con una ley. Todos los instrumentos pueden ser válidos y pueden ayudar en intentar dar una respuesta pero no quisiera que creyéramos que esto es la panacea".
Como dice el dicho popular 'hecha la ley, hecha la trampa'. De hecho, el propio Ayuntamiento de Donostia constata que desde que se aprobó la ley que regula las zonas tensionadas, en Donostia ha bajado el número de contratos de alquiler firmados. En la misma documentación que acompaña a esta solicitud de declaración de zona tensionada, se recoge que en 2.022 se firmaron 2.528 contratos de alquiler mientras que en 2.023 fueron 2.100 los contratos firmados. Según apunta el director de Etxegintza, Rafael Farias, "se ve que va bajando claramente este índice". Asegura que "la causa no es explícita, pero son muchas casualidades que entra en vigor la ley y pega un bajón importante".
Limitar los precios del alquiler
Sea como fuere, esta declaración de zona tensionada, que se espera que sea efectiva a principios de 2025, permitirá a quienes pagan un alquiler por su vivienda habitual en Donostia evitar o limitar el incremento del precio, según los casos. Según ha detallado la concejala de Planificación Urbanística y Vivienda, Nekane Arzallus, esta declaración "tiene un primer impacto, principalmente en la regulación de los precios de los alquileres para vivienda habitual, de modo que se pueda evitar su incremento".
De este modo, ha diferenciado entre pequeños propietarios, es decir, aquellos que tienen menos de 5 viviendas en propiedad, y los grandes tenedores, esto es, aquellos propietarios de 5 o más viviendas: "En el primer caso, los nuevos contratos que se realicen en viviendas que ya están en alquiler estarán limitados a la renta del último contrato y solo podrán darse incrementos de hasta el 10% en aquellos que tengan más de 10 años o cuando se hayan llevado a cabo rehabilitaciones en el inmueble, mejoras de eficiencia energética y/o de accesibilidad. Mientras que los nuevos contratos en viviendas que en los últimos 5 años no han sido alquiladas, el precio del alquiler será determinado por el Índice de Precios de Referencia en función de la ubicación de la misma y sus características".
En el caso de los grandes tenedores, según ha subrayado Arzallus, "hayan alquilado o no anteriormente una de esas viviendas, el precio del mismo siempre estará definido por el Índice de Precios de Referencia". A este respecto, cabe señalar que Donostia tiene un parque de 94.973 viviendas, de las cuales sólo el 3,1% (3.017) están en manos de 311 grandes tenedores, en su mayoría (62%) personas físicas.
En relación a la duración de los contratos que se encuentran en vigor, independientemente del número de viviendas que disponga el propietario, las personas arrendatarias podrán solicitar hasta tres prórrogas anuales en los mismos términos y condiciones.
Además, esta solicitud va acompañada de un plan de vivienda en el que se contempla la creación de 1.900 viviendas nuevas hasta 2027, de las que más del 50 por ciento serán de protección pública.