El Ayuntamiento de Donostia ha suspendido la feria Santo Tomás, que se iba a celebrar el 21 de diciembre, por segundo año consecutivo. A la vista de la evolución desfavorable de la pandemia, el Consistorio tomó este jueves la decisión, con los preparativos ya en marcha y los puestos de txistorra sorteados entre los colectivos.
Tras recibir los datos epidemiológicos remitidos por una comisión técnica que asesora al LABI, el Consistorio donostiarra, junto con sus organismos Donostia Kultura y Donostiako Festak, optó por suprimir las actividades previstas en la tradicional jornada "debido a la acumulación de personas en los diferentes recintos así como en los establecimientos de hostelería", señaló el Ayuntamiento en un comunicado.
"El aumento de contagios en Donostia y en muchas localidades de Gipuzkoa, y la situación tensionada de los hospitales y demás servicios sanitarios, hacen incompatible la celebración de una festividad que atrae a la ciudad a miles de personas de todo el territorio", agregó la institución.
El alcalde, Eneko Goia, lamentó "de corazón" haber tenido que tomar esta decisión. " El sentido común y la prudencia aconsejan que pospongamos esta celebración tan querida por donostiarras y quienes nos visitan", recalcó. "Santo Tomás es una fecha muy señalada en nuestro calendario vital y tomar la decisión de suspender la fiesta se hace duro. Pero es necesario y pertinente hacerlo en esta situación", añadió.
Asimismo, quiso aclarar que la supresión de Santo Tomás " no condiciona las siguientes citas festivas señaladas en el calendario, que igualmente se irán decidiendo conforme avancen las fechas en función de la situación sanitaria y de las particularidades asociadas a cada evento festivo". Es decir, por el momento, tanto las cabalgatas infantiles de Olentzero y los Reyes Magos, así como San Sebastián, siguen en pie.
La decisión de suspender la feria de Santo Tomás sigue la línea de otros encuentros populares, como la ferias de San Andrés, de Azkoitia, y Santa Lucía, de Urretxu y Zumarraga, que también se han borrado del calendario festivo.
La suspensión del Santo Tomás donostiarra supone un jarro de agua fría para los numerosos colectivos que ya estaban con los preparativos para instalar un puesto de txistorra en los distintos espacios festivos para financiar distintas actividades.
Hasta el último momento, los responsables del Ayuntamiento de Donostia estuvieron dudando sobre la situación, ya que algunos temían que una supresión de las actividades en la calle conllevara una mayor concentración de personas en los bares, una situación también poco favorable a la contención de los contagios.
Finalmente, la entidad municipal ha optado por actuar como aconsejó el departamento de Sanidad, dos meses después de anunciar que sí habría feria en 2021.
Antes de que el Ayuntamiento de Donostia emitiese un comunicado, la suspensión de la feria se conoció ya que Donostia Kultura avisó a sus consejeros de la decisión de suprimir la celebración del calendario de este mes de diciembre.
En las comisiones de Pleno, celebradas en la mañana de este jueves, el alcalde de Donostia no se mostraba aún muy convencido de tener que suspender la fiesta, así como las de resto de celebraciones del invierno donostiarra, "pero la situación se ha ido complicando", admitió ante los grupos políticos.
Asimismo, recordó que la feria de Santo Tomás prevista para este diciembre se había retocado y adecuado a las circunstancias para evitar grandes aglomeraciones de gente. En primer lugar, los espacios festivos se iban a ampliar, con un menor número de puestos en cada sitio, para reducir las concentraciones de personas "y dar una respuesta a la situación".
Preguntado por el PP sobre si se iba a instaurar un protocolo de actuación para las fiestas en la pandemia, en función de la situación epidemiológica, Goia rechazó esta posibilidad y defendió la necesidad de ir tomando las decisiones en cada momento, según la situación sanitaria.