donostia – La asociación de vecinos de Amara Berri ha presentado un recurso de alzada ante el departamento de Transportes del Gobierno Vasco para reclamar el soterramiento de las vías del Topo a su paso por Amara, en el tramo comprendido entre Morlans y Loiola. Está previsto que este recorrido de cerca de dos kilómetros sirva también para el tráfico de mercancías ferroviario, algo que no sucede en la actualidad.
La asociación vecinal ha convocado dos jornadas de recogida de firmas, los sábados 19 y 26 de marzo, en las calles José María Salaberria y en Corsarios Vascos, con el fin de apoyar con las rúbricas de los residentes su reclamación para que el tráfico ferroviario a su paso por Amara sea soterrado, como se les prometió, dicen, hace años.
Con los lemas "¡Sí al descanso, no más ruidos! ¡Soterramiento Morlans-Loiola ya!", la asociación reclamará el soterramiento del tramo (ahora solo es subterráneo a su paso por Anoeta) ya que temen que el paso de trenes de mercancías, especialmente por la noche y al aire libre, aumente el ruido y las vibraciones de las que se quejan los vecinos desde hace tiempo.
El pasado mes de enero, el departamento de Transportes del Gobierno Vasco aprobó el estudio informativo de la variante ferroviaria de Amara, un nuevo túnel de unos 600 metros, que partirá del actual trazado del Topo entre Lugaritz y Morlans y pasará bajo la plaza Leire para salir al aire libre. De la boca del túnel de Morlans seguirá hacia Loiola. El coste previsto de la obra subterránea asciende 14,5 millones de euros.
El nuevo recorrido ferroviario servirá para que los trenes de mercancías que lleguen desde el Oeste no tengan que entrar al centro de Donostia y conecten directamente con el paseo de Errondo en dirección Hendaia. También podrán hacer también el recorrido inverso.
"Cuando en 2021 se preguntó a ETS sobre el proyecto, respondió que todo el tramo al que hacemos referencia iba cubierto", dice la asociación vecinal. "Ahora, en 2022, ante la noticia del proyecto volvemos a preguntar y nos contestan desde ETS que no tienen ninguna intención de intervenir en el tramo de referencia con el consiguiente perjuicio para los vecinos y vecinas en su descanso porque el transporte será nocturno", se queja la asociación, que destaca el cambio de opinión del Gobierno Vasco, lo que ha motivado la presentación del recurso de alzada.
impacto acústico Su queja se centra en el "incremento de la problemática ya existente del impacto acústico y vibratorio", ya que considera que los trenes de mercancías, más largos y pesados, producirán un aumento del ruido. Además, la entidad vecinal teme que como el horario diurno estará "prácticamente ocupado por el tráfico de viajeros", que se duplicará cuando entre en funcionamiento el ramal en obras, las mercancías circularán básicamente en horario nocturno.
La asociación asegura que lleva más de una década reclamando al Ayuntamiento y al Gobierno Vasco el soterramiento de las vías del Topo entre Morlans y Loiola como método para evitar el ruido y las vibraciones en las viviendas del entorno. "Se han hecho un buen número de estudios de cierre de las vías con distintas soluciones urbanísticas, pero nunca se han llevado a cabo", dice la asociación.
Asimismo, asegura que ha presentado su solicitud "por lo menos a tres alcaldes" sin que haya habido movimientos para solucionar el problema. "Durante años hemos visto cómo se han realizado mejoras en el tramo Eibar-Ermua con el fin de soterrar o enclaustrar la vías para evitar ruidos y perjuicios para las viviendas colindantes. Hace un año acabo el soterramiento de Durango y ahora mismo está en marcha la variante del Topo en el Centro de Donostia y el soterramiento del mismo tren en Zarautz", recuerda la asociación, que pide también al Ayuntamiento donostiarra que les apoye en su reclamación al Gobierno Vasco para conseguir enterrar el tren en este punto.