Sobre las 15 horas de la tarde de ayer, dos activistas climáticos, un hombre y una mujer, se acercaron a la puerta del museo Guggenheim Bilbao, lanzando pintura roja en la entrada.
Según informan desde el Museo los responsables de seguridad actuaron según el protocolo para este tipi de incidentes, procediendo a cerrar la entrada a los visitantes durante unos minutos, mientras procedían a retener a los activistas. Debido a la hora a la que se produjo la acción, las 3 de la tarde, no afectó a los pocos visitantes que recorrían en ese momento las salas del Guggenheim.
La Ertzaintza se desplazó al lugar para identificar a los autores y, tras imputarles una falta leve, quedaron en libertad, mientras el personal del Guggenheim limpió "rápidamente" la pintura.
A través de sus redes sociales, los activistas reivindicaron esta acción para demostrar su rechazo a la construcción del nuevo museo en la reserva de la biosfera natural de Urdabai y apelando en este sentido de la responsabilidad de las instituciones en la emergencia climática, "priorizando los pelotazos urbanísticos frente a la protección de la biodiversidad".
Futuro Vegetal es un grupo que se define como de "desobediencia civil y acción directa" contra el cambio climático y que ha realizado acciones reivindicativas en Madrid, en concreto, en el Museo del Prado, el Congreso o el aeropuerto de Barajas .
Desde el Museo Guggenheim Bilbao afirman que están preparados para este tipo de actos vandálicos y que no son ajenos a la "moda de atentar contra obras de arte": "Siempre vamos a velar por que la visita sea óptima".
El último de estos actos se llevó a cabo el pasado 4 de febrero en el Museo Louvre, cuando dos mujeres arrojaron botes de sopa contra la Mona Lisa, protegida por un cristal.