Dos años de cárcel para un médico por abusar de una mossa durante una revisión

Una jueza de Barcelona ha condenado a dos años de prisión a un médico que había sido contratado por el departamento de Interior de la Generalitat por haber abusado sexualmente de una agente de los Mossos d'Esquadra en noviembre de 2019, durante una revisión.

En una sentencia, avanzada este martes por la Cadena SER y a la que ha tenido acceso EFE, el juzgado de lo penal número 29 de Barcelona ha condenado al facultativo a dos años de prisión y a pagar 10.000 euros de indemnización, de los que debe responder la Generalitat subsidiariamente.

Por su parte, el Sindicato Autónomo de Policía (SAP-Fepol) ha afirmado que con esta condena ya puede decirse que "son dos las mossas que han sufrido abusos sexuales dentro del edificio del departamento de Interior", al existir una condena previa contra él por hechos similares, y subrayan que hay más denuncias.

El facultativo condenado fue apartado de su trabajo en mayo de 2022, antes de que fuera condenado por primera vez, y desde Interior han asegurado que ofrecieron a las víctimas asistencia jurídica y psicológica, según han informado a EFE fuentes del departamento.

La pena de prisión impuesta va en consonancia con la reclamada por el ministerio público, que solicitaba dos años de cárcel, mientras que la acusación particular elevaba su petición hasta los tres.

El juzgado da por probado que el 6 de noviembre de 2019 el facultativo, en el desempeño de su cargo en ese momento como médico interino contratado por el departamento de Interior, en las dependencias de la Unidad Básica de Salud, visitó a la policía.

Se sometía a revisiones médicas regulares

La agente debía hacerse revisiones para mantener el horario adaptado que la eximía de llevar a cabo el horario nocturno por razones médicas.

Durante la revisión médica, pidió a la agente que se quitara la mayoría de la ropa y que se tumbase en una camilla, con la intención de llevarle a cabo una exploración ginecológica, pese a que la mujer le dijo que tenía las revisiones al día y que todo estaba correcto, según la sentencia.

El escrito señala que el médico, tras asegurarle a la mossa que "nunca estaba de más", "con la intención de satisfacer sus deseos sexuales más bajos", procedió sin utilizar guantes a agredirla sexualmente mediante tocamientos en zonas íntimas, como los pechos o el pubis.

La jueza subraya que la actuación del facultativo provocó en la mujer un "estado de shock", que actualmente se manifiesta en "frustración e indignación".

La sentencia rechaza que la actuación que el doctor llevó a cabo con la agente de los Mossos d'Esquadra en el contexto de valorar las motivaciones médicas que llevaban a que tuviera un horario adaptado tuvieran justificación médica alguna, sino que se trataba simplemente un "contacto obsceno".

"La conducta perpetrada se incardina bajo las coordenadas del ámbito de satisfacción sexual", subraya el escrito, donde también rechaza que el doctor pudiera actuar así movido por cualquier otro motivo distinto, y del que destaca que se aprovechó de su "situación privilegiada".

Además, da validez a la declaración de la víctima, a la que considera como "de peso absoluto", frente a la del acusado, que queda desvirtuada, puesto que solo es "sostenible únicamente bajo el palio de la estricta defensa".