La Diócesis de San Sebastián ha realizado un "gran análisis" de su situación del que se desprende una "foto incompleta" de su situación, que ahora "hay que afinar" para lo cual se están creando equipos en las parroquias, con el fin de adaptarse al "proceso de secularización" de la sociedad actual y "estructurar mejor las cosas", según ha explicado el obispo de la capital guipuzcoana, Fernando Prado Ayuso.
En un desayuno informativo cuando se cumplen dos años de su llegada al cargo, el prelado donostiarra ha dado a conocer la Carta Pastoral 'En Él, nuestra esperanza' que ha escrito con motivo del año jubilar 2025 y del 75 aniversario de la Diócesis donostiarra, que se conmemora el año que viene.
Según ha informado el prelado donostiarra, el Papa Francisco enviará al cardenal prefecto para la Educación y la Cultura de la Santa Sede, José Tolentino de Mendonça, que el 6 de enero participará en la Catedral del Buen Pastor de la capital guipuzcoana en la solemne inauguración del año jubilar. Además, está previsto que el día 7 De Mendoça visite por la mañana el Santuario de Aranzazu y por la tarde participe en un acto con personalidades del mundo de la cultura y autoridades en el Aquarium en una jornada dedicada a la cultura; y el día 8 se traslade a Chillida Leku y participe en un acto académico en la Universidad de Deusto con agentes educativos.
Prado Ayuso ha reflexionado sobre el hecho de que Europa vive "un proceso de secularización desde hace años" y las personas "han dejado de necesitar a Dios en su vida". En este contexto, ha apuntado que la Iglesia "siempre se está actualizando" y en el momento actual "muy marcado por ese proceso de secularización" en Gipuzkoa se están "dando pasos" en el marco de esa "renovación permanente de la Iglesia". "Toca ponerse las pilas y ver qué pasos hay que dar", ha apuntado.
"Tenemos que bregar en ese mar y fortalecer nuestras comunidades", ha insistido, en alusión a este "proceso de debilitamiento" que experimenta la vida cristiana en los últimos cien años con, según ha reconocido, con al menos dos de los once monasterios guipuzcoanos a las puertas del cierre por falta de vocaciones, los Benedictinos de Lazkao y las Agustinas de Errenteria.
Pese a ello ha subrayado que también existen "fortalezas", como el hecho de que el número de nuevos declarantes que han marcado la casilla a favor de la Iglesia en la última campaña de la Renta en Gipuzkoa "se ha incrementado en tres puntos y medio, que es muchísimo".
Migrantes
Por otro lado, preguntado por la migración, otra de las cuestiones a las que hace alusión en su Pastoral, el obispo ha incidido en que las personas migrantes "son nuestros hermanos" y hay que "acogerles lo mejor que podamos". En especial, en el caso de los migrantes en situación irregular, ha apuntado que "hay que intentar ayudarles con creatividad" y buscar "una solución que puede ser transitoria o incompleta".
Prado Ayuso ha insistido en que los migrantes "nos traen más beneficios de los que les damos" y la sociedad del futuro será "de mayor mestizaje", ya que "la migración va supliendo y repoblando nuestro paisaje y ya tres de cada diez niños que nacen en Gipuzkoa son de madre extranjera", en un territorio histórico en el que la baja natalidad es una de las "amenazas" a las que se refiere en su Pastoral, junto a otras como el envejecimiento de la población o la cultura de la inmediatez.
Además, ha esperado que "por una inmensa minoría que ha causado problemas no se contamine el ambiente de xenofobia" y ha tendido la mano a las instituciones para seguir "colaborando todos para solucionar las cosas y no entorpecer las soluciones".
Así, ha realizado un llamamiento a "no usar políticamente a los pobres, ni a los migrantes, para conseguir réditos políticos" y ha añadido que "necesitan ayudas, proyectos, presupuestos, cariño, acogida y recursos, no tanta ideología, que les sobra".
Papel de la mujer en la Iglesia
Cuestionado por los periodistas sobre el papel de la mujer en la Iglesia, el obispo donostiarra ha señalado que en la Diócesis de San Sebastián ya es "fundamental" y cree que "va a ir a más". Así ha señalado que "las mujeres tienen su papel en los órganos de decisión" de la Iglesia guipuzcoana y, además, "de los 40 colegios de Kirstau Eskola bastante más de la mitad están dirigidos por mujeres".
Tras subrayar que la Iglesia "no es machista" y ha "avanzado con la sociedad", Prado Ayuso ha reconocido que todavía la Iglesia universal no tiene "esa madurez" como para pronunciarse sobre el acceso de las mujeres al Diaconado y menos a la ordenación sacerdotal, cuestión que aún ni se ha planteado en su último Sínodo.
Además, ha reivindicado que aunque "al menos técnicamente" se ha superado el machismo en nuestro contexto, donde aún persiste la violencia machista, hay que seguir tomando partido y apoyando "todo lo relativo a la mujer" que ha incidido tiene "un papel muy importante" en la Iglesia de Gipuzkoa.
Asimismo, se ha referido a la pobreza y al riesgo de exclusión, que en Gipuzkoa afecta, según datos de la Diputación, a un 16% de la población, es decir a 116.000 personas, con un 9'7% en exclusión severa (con menos de 300 euros al mes para vivir), y ha recordado que la Iglesia "no tiene una obligación con los pobres", más allá, de la moral, sino que cambiar esta realidad es "responsabilidad última" de las instituciones.
Casos de abusos sexuales a menores
Otro de los temas por los que ha sido preguntado el obispo ha sido la pederastia, frente a lo cual ha señalado que hay que "superar la foto fija de vincular este tema a la Iglesia". Así, tras reconocer que "no siempre hemos actuado bien" al respecto, ha recordado que se ha pedido perdón, "que es muy necesario y está muy bien", pero también se ha hecho "un trabajo fuerte, serio y callado" en la Diócesis de Gipuzkoa para "intentar que lo sucedido no vuelva a suceder".
Al respecto ha citado la puesta en marcha del programa formativo 'Arduratuz' dirigido a todos los agentes pastorales para prevenir posibles abusos y conocer los procesos de actuación en caso de que se den los mismos, no solamente en el seno de la Iglesia sino también en las familias.
En este sentido, ha esperado que la "triste experiencia" que existe en la Iglesia con los abusos, "esté ahora al servicio de los demás", para prevenirlos, aunque ha reconocido que "el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor" y, por tanto, "seguramente seguirá habiendo casos esporádicos porque humanos somos".