El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha confirmado la condena de dos años de prisión por un delito de lesiones impuesta por la Audiencia Provincial a un hombre que rompió la nariz a otro de un botellazo propinado a las afueras de un bar de Pamplona. Además, en plena refriega en el suelo, le mordió el dedo anular de la mano, que le fue amputado al herido.
En la sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, la Sala de lo Civil y Penal del TSJN ratifica, asimismo, la multa de 1.260 euros fijada por la Sección Primera de la Audiencia de Navarra el pasado marzo por un delito de daños, por los desperfectos provocados al golpear con la botella el escaparate del bar, según ha informado el TSJN.
En la determinación de la pena, al encausado, de nacionalidad dominicana, le han aplicado la circunstancia atenuante de embriaguez.
Además de las citadas penas de prisión y multa, el inculpado deberá indemnizar al agredido con 6.000 euros por las lesiones y 40.000 más por las secuelas. Asimismo, tendrá que abonar 1.449,58 euros por la rotura del mencionado escaparate.
La sentencia de la Audiencia ahora confirmada consideró probado que, entre las 16.30 y las 17 horas del 1 de diciembre de 2019, el procesado accedió a un bar de la capital navarra en cuyo interior tuvo un "desencuentro" con otra persona. Tras esa fricción, el condenado salió del establecimiento y, una vez en la calle, golpeó con fuerza con la botella que portaba el escaparate del local.
Tras esa acción, salió del bar el hombre con el que había tenido el enfrentamiento previo, quien se dirigió hacia el acusado. Este le golpeó en el rostro con la botella. A consecuencia de ello sufrió una fractura de los huesos propios de la nariz .
El mordisco que le amputó el dedo
Ambos se enzarzaron, y acabaron cayendo al suelo, en donde el encausado mordió al otro hombre "fuertemente" en el cuarto dedo de la mano izquierda. Al lugar llegaron dos policías municipales que los separaron. Pero en ese momento el procesado propinó a la víctima un puñetazo en la cabeza.
Como consecuencia del mordisco, el hombre padeció una herida sin lesión tendinosa ni nerviosa.
Las lesiones indicadas requirieron para su curación cirugía plástica de reducción nasal cerrada y colocación de una férula, así como revisión y limpieza quirúrgica del cuarto dedo de la mano izquierda, derivado ello de las complicaciones infecciosas de la herida en el dedo causadas en su curación, así como rehabilitación.
El acusado, según declaró probado la Audiencia, se encuentra diagnosticado de consumo perjudicial de alcohol y cocaína desde 2018, y en el momento de la realización de los hechos se hallaba en estado de embriaguez.