Dos 'bailecitos' de Osasuna en el Bernabéu

Será una mala noticia para Osasuna que Vinicius se marque un bailecito en el Bernabéu. Significará que el brasileño ha marcado y que alguna complicación llega o se multiplica. Osasuna ha ganado dos veces en el Santiago Bernabéu. Una cifra minúscula, pero que debe considerarse desde la talla del rival, porque no en vano es uno de los grandes, uno los gigantes devoradores en su cueva. El conjunto rojillo solo ha salido victorioso en dos oportunidades en la Liga como visitante del Real Madrid en más de una treintena de enfrentamientos, pero los dos triunfos sirven para que el osasunismo se siga relamiendo, de vez en cuando. O al menos aprenda de lo que hicieron sus mayores.

Con más de una década de por medio entre una y otra, desde el 0-4 con Pedro Mari Zabalza en el banquillo al 0-3 con Javier Aguirre al mando, se mantiene un hilo conductor común y lógico en las dos actuaciones. Osasuna firmó dos auténticos partidazos en las dos ocasiones, marcó muchos goles y la calidad en algún caso y el método en todo momento de los integrantes de los dos equipos redundó en forma de goles.

En el mítico 0-4 estuvo Jan Urban pilotando la situación con tres goles y una actuación estelar, solo al alcance del crack que disfrutó Osasuna en aquellos tiempos. Hubo una actuación grupal excepcional, con el impulso de los osasunistas plasmado en una presión sobre los madridistas asfixiante, cosa que fue seña de identidad de los mejores tiempos con Zabalza como entrenador. Una bestia desatada como Urban dio el mordisco. En aquella plantilla de Osasuna, hombres como Miguel Merino, Miguel Sola y Txomin Larrainzar también tuvieron unas aportaciones destacadas. Alfredo Di Stéfano era el entrenador de aquel Madrid –que terminó tercero en la Liga– lleno de internacionales y que vio un torbellino pasar. Osasuna fue cuarto esa temporada.

Pero para actuación coral, el partido de los rojillos con Javier Aguirre. Osasuna también tenía algún jugador de relumbrón, caso de Pablo García –que fue fichado por el Real Madrid–, sobre todo tipos indomables difíciles de controlar, como el Chengue Morales, Aloisi o el indescriptible Bakayoko, una buena base de la cantera –Sanzol, Izquierdo, Cruchaga, Josetxo, Palacios, Mateo, Patxi Puñal–, bien ensamblada con tipos que sabían lo que se pedía –y pide– por aquí, como Valdo o Moha, además de Rivero o Webó, entre otros. En aquella convocatoria de Osasuna en ese partido histórico, además de los que jugaron, estaban también el meta Juantxo Elía, Palacios, Carlos Cuéllar y Pierre Webó.

Carlos Queiroz era el técnico del conjunto merengue, en el que se lesionó Ronaldo para antes de la primera media hora, pero en el que jugaban Zidane, Figo, Beckham o Roberto Carlos. Como para andarse con ojo. Valdo, Pablo García y Moha fueron aquel día los galácticos. Osasuna fue decimotercero en esa Liga (2003-04) y el Real Madrid terminó cuarto. El Valencia ganó la Liga. Que no marquen, esa es la fórmula del inicio del éxito. Como en todas partes, también en el Bernabéu.