Dos campañas puestas en marcha por el Ayuntamiento de Pamplona para la promoción de la imagen de los Sanfermines han sido reconocidas como unas de las mejores estrategias de comunicación realizadas en España en 2022, según recoge la revista especializada IPMARK en su número de diciembre. Se trata de las campañas ‘Este año sí, este año por fin, vívelos’, con la que el Ayuntamiento vistió la ciudad con el rostro de 562 personas que se fotografiaron para la ocasión, reivindicando así la esencia de las fiestas, que son las personas, sus gentes, tras dos años sin poder celebrar los Sanfermines con la ilusión mantenida de #LosViviremos. La segunda campaña destacada entre las mejores estrategias de 2022 fue la colocación, el 6 de junio, de pañuelos rojos en las principales esculturas de la ciudad para subir el último peldaño a la ‘escalerica’ de San Fermín, provocando la sorpresa entre la ciudadanía de Pamplona y consiguiendo ser noticia nacional en los principales canales de televisión y medios del país.
Las dos campañas, realizadas con La Llorona Comunicación SL, figuran entre las 41 estrategias seleccionadas por la revista especializada IPMARK como resumen del año 2022, entre las que figuran campañas de grandes empresas internacionales, la mayoría del sector bancario, del tecnológico y de mobiliario y decoración.
Acciones de las campañas
La campaña de comunicación 'Este año sí, este año por fin, vívelos' fue la culminación a dos años sin Sanfermines debido a pandemia de la Covid. Durante esos dos años sin fiestas, el Ayuntamiento lanzo la campaña #LosViviremos, un hashtag que la ciudadanía hizo suyo y que sirvió para compartir esperanza entre las pamplonesas y los pamploneses y proyectar hacia el exterior la importancia de nuestras fiestas, así como la mejora de su imagen. Al recuperarse la celebración de los Sanfermines en 2022, el Ayuntamiento quiso devolver el protagonismo a la ciudadanía con el mensaje ‘Vívelos’ y sus rostros.
Para ello, se invitó a todo aquel que quisiera a pasar por un set fotográfico montado en el zaguán de la Casa Consistorial durante un sábado de junio de 2022 para ser fotografiado y aparecer en la próxima campaña sanferminera. Por la cita pasaron 562 personas, lo que supuso para los fotógrafos ni un minuto de parón. Familias, bebés, parejas, mayores, cuadrillas… Sólo se puso una condición: ir de blanco y rojo y con la mejor sonrisa. Todos fueron fotografiados de una manera expresiva e ilusionante.
Sus rostros engalanaron las calles Pamplona durante los Sanfermines 2022, colocadas en todos los soportes propios del Ayuntamiento: en las lonas de la estación de autobuses, en los 52 mupis que hay por toda la ciudad y en los accesos a los aparcamientos públicos. En total, 574 metros cuadrados de mobiliario urbano llenos de sonrisas e ilusión. Esa era la manera de que estuviera, al igual que los Sanfermines, a pie de calle.
La otra campaña del Ayuntamiento fue una sorpresa para la ciudadanía. El 6 de junio, las principales esculturas de Pamplona amanecieron con un pañuelo rojo anudado al cuello. Era la manera de celebrar el último peldaño de la ‘escalerica’ hacia los Sanfermines tras dos años sin poder vivirlos.
Se colocaron pañuelos en 24 estatuas de la ciudad: desde la estatua de Hemingway a la de los corredores del encierro, sin olvidar la de San Francisco Javier (patrón de Navarra), las figuras de la Justicia y la Prudencia que presiden la fachada del Ayuntamiento de Pamplona o, incluso, la de la estatua de los Fueros situada a 23,40 metros del suelo en el Paseo Sarasate, que amaneció con un pañuelo de metro y medio sobre la figura de cinco metros.
Para poder conseguir el efecto sorpresa, la colocación de pañuelos se planificó durante la madrugada del 5 al 6 de junio. Comenzó a las 00:30 horas, cuando la ciudad ya dormía, siguiendo una ruta perfectamente cronometrada por las distintas ubicaciones de las estatuas con un camión cesta para conseguir llegar a la altura requerida en cada caso, y terminó en torno a las 6:00 AM en el Paseo de Sarasate, frente a la sede del Gobierno de Navarra, con una grúa con un brazo de 32 metros de altura para anudar el pañuelico rojo a la Estatua de los Fueros de Navarra.