El Desafío de Guerreros regresó por todo lo alto ayer domingo a Gernika-Lumo. En un circuito que no deslució en absoluto a pesar de la incesante lluvia que cayó durante toda la mañana, dos millares de participantes llegados de todos los puntos de Euskadi e incluso de comunidades limítrofes protagonizaron una "épica batalla" sorteando los obstáculos instalados por la organización. La prueba se cerró con éxito, especialmente para aquellos que superaron sus límites para llegar a alcanzar la ansiada meta.
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